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COMENTARIO

Gaby Vargas

¿Cuál es tu intención?

Seguro te han sucedido, parecen coincidencias, mas no lo son; al contrario, son muestra del poder de la intención, es como si el universo se confabulara para que las cosas pasaran. No encuentro otra explicación, Sepámoslo o no, a diario, con nuestra intención, co creamos el mundo. ¿Pero qué convoca a ese gran poder?

La primera vez que me di cuenta de esta "magia" no la podía creer. Acababa de aceptar presidir la Fundación Apac. No tenía experiencia alguna en este rubro, y el equipo estaba conformado por un grupo reducido de voluntarios. Pronto nos dimos cuenta de que las necesidades de los niños y jóvenes con discapacidad eran, y son, muchas.

Necesitábamos recaudar alrededor de 30 millones de pesos para construir un edificio de rehabilitación, que más que necesario era urgente. Cero pesos era nuestro capital. Sin embargo, en el momento en que decidimos conseguirlos, pareció como si hubiéramos metido nuestro pedido al universo y él nos lo surtiera. ¿Casualidad? No lo creo…

Una por una se presentaron oportunidades ideales con las personas indicadas, cual jugadas en una partida de ajedrez. Nos entrevistamos con directores de empresas, arquitectos, amigos y personas en el gobierno que contribuyeron a que todo fluyera y a que la meta fuera una realidad.

Gracias a esa fuerza superior y al trabajo de muchas personas el edificio se pudo construir. Actualmente en él se imparten terapias a cientos de personas.

Con dicha experiencia comprendí que cuando un proyecto es para el bien, y se combina con un compromiso real con la causa, adquiere una fuerza imparable. Es en esas ocasiones cuando el poder de la intención se manifiesta.

De hecho, el combustible que echa a andar todos nuestros sueños es, precisamente, la intención. Es por eso que es de vital importancia darnos cuenta de que nuestro pensamiento sí influye en nuestra realidad. Para bien o para mal, lo que crees, lo creas. El reto es darnos cuenta de lo poderosa que es una intención cuando reúne los ingredientes necesarios.

Cómo se forma una intención

No basta con pensar en algo como "quiero que esto suceda" o repetirlo cien veces a diario. A la enunciación de un deseo le hace falta el pegamento para que se logre. Y ese pegamento es la emoción. Me explico: se necesita que el pensamiento, que es un impulso eléctrico que contiene información, se combine con una emoción, entusiasmo, por ejemplo. Esta mezcla de pensamiento y emoción provoca a su vez que nuestro organismo genere una reacción química en el cuerpo, la cual crea un campo magnético. Ésa es la dichosa "aura" de la que todos hemos oído, a veces con escepticismo. El aura existe, envuelve de forma oval a todos los seres vivos, incluso se puede fotografiar con el método Kirlian, pero no se ve, se siente. En términos comunes la identificamos como "vibra", "qué bonita o mala vibra tiene X persona", decimos.

Bueno, pues ese campo magnético atrae a sus pares. Si surge del amor, del bien y del aprecio, atraerá justo eso y viceversa.

Así, la invitación es a estar despiertos, a tomar conciencia del poder de la intención, palabra que viene del latín in-tendere: "tender hacia". Es decir, ¿desde dónde atiende mi conciencia? ¿Desde mi interior, desde mi ego? El poder de la intención sólo se manifiesta cuando surge del interior. En suma, ésta es la llave maestra que nos abre al campo de las posibilidades. Y una vida sin ella es como tener un cuaderno con las páginas en blanco.

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