La afición de Cruz Azul abucheó en el duelo inaugural de la campaña. Comprenden a sus fans
Dieciséis años y medio de tristeza han reducido considerablemente la mecha de un pueblo que mutó de ganador a habitante en un mundo de quimeras.
Agustín Manzo, director deportivo del Cruz Azul, entiende que la afición cruzazulina pierde la paciencia en cuestión de segundos, por lo que le resulta complicado censurar expresiones de dolor en el Estadio Azul. Eso sí, reprueba lo sucedido el sábado, cuando al lateral Rogelio Chávez le llovieron líquidos y objetos antes de ejecutar un tiro de esquina.
"La gente ya ha aguantado muchas decepciones y está muy entusiasmada con el club", recuerda el director deportivo de La Máquina. "Lo quiere ver ganar y, sobre todo, dar todo el esfuerzo...". Cualidad que, tal vez, no detectó durante los 90 minutos del choque ante los Tuzos.
Esa falencia pudo generar la actitud que despertó ira en contra de algunos de los dirigidos por Luis Fernando Tena. El directivo advierte que no se permitirá más.
"(Los aficionados) tienen todo el derecho (a recriminar), mientras no se pasen de la raya", aclara Manzo. "Aventar objetos o lastimar a alguien ya no es bueno, sano. El público tiene todo el derecho de estar enojado, pero también hay que tener límites".
"No estamos para aguantar esa situación. Sí es muy incómoda".
La causa por la que esa agresión aún genera dolor es porque ningún integrante del club imaginó que pudiera suceder, además de que les recuerda la falta de imaginación acusada contra un equipo que jugó con dos hombres menos durante el cuarto de hora final.
"No es lo que uno espera de su afición", insiste. "La gente llenó el estadio contra Pachuca; desgraciadamente, no le pudimos dar la alegría, pero así es el futbol", sentenció el directivo albiceleste.
Por su parte, Pablo Barrera fue el cruzazulino que más indignación mostró por lo sucedido a Chávez. El atacante aseguró que el equipo se siente "visitante" en su hogar, pero Manzo le recuerda que debe salir adelante pese a todo, incluso los sonoros abucheos que recibió cuando fue sustituido por Joao Rojas.