Asistencia a partido. La mujer británico-iraní ha generado polémica en los organismos internacionales. (EFE)
Una mujer con nacionalidad iraní-británica y que fue detenida en Irán cuando intentó asistir a un partido masculino de voleibol fue hallada culpable de difundir propaganda contra el sistema gobernante de ese país y fue condenada a un año de cárcel, informó su abogado ayer domingo.
Gran Bretaña de inmediato expresó su preocupación por el juicio a Ghoncheh Ghavami. El caso subraya los límites a la libertad de expresión existentes en Irán y los esfuerzos de las autoridades por aplicar las estrictas normas del Islam pese a la política de apertura que impulsa el presidente Hasán Rouhani.
El hermano de la mujer, de 25 años, Iman Ghavami, dijo que la familia esperaba que fuera liberada tomando en cuenta el tiempo que ha estado en la cárcel desde su arresto en junio. Señaló que están tratando de recibir información detallada del veredicto.
"Estamos decepcionados y conmocionados. En verdad esperábamos que fuera liberada", dijo.
El abogado de Ghavami, Mahmud Alizadeh Tabatabei, dijo en entrevista que un tribunal la declaró culpable de "hacer propaganda en contra del sistema de gobierno". Tabatabei dijo que le mostraron una copia de la sentencia, pero seguía esperando la notificación oficial. "Me dijeron hoy en el tribunal que el caso de mi clienta fue enviado de nuevo al fiscal porque hay nuevos cargos en su contra, por eso no me dieron la sentencia", dijo.
El abogado no especificó cuáles son los nuevos cargos o por qué se presentan nuevas acusaciones contra su clienta.
Ghavami fue detenida en junio en un estadio de Teherán tras intentar asistir a un partido masculino de voleibol entre Irán e Italia. La mujer se graduó de la Escuela de estudios orientales y africanos de la universidad de Londres y había trabajado como voluntaria para ayudar a niños que viven en la calle en Teherán, dijo su hermano.
Las mujeres en Irán tienen prohibido acudir a partidos sólo para hombres y Ghavami trató de entrar con otras mujeres para protestar por esa norma, según Amnistía Internacional.