La política de secretismo en torno a la salud de la presidenta es frecuentemente cuestionada por la oposición, que argumenta que no se trata de un tema personal, sino de Estado. (ARCHIVO)
La falta de información sobre el estado de salud de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, desató hoy una serie de confusiones y desmentidos entre funcionarios del gobierno.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó esta mañana que la mandataria había cancelado por motivos de salud la gira que tenía previsto realizar el próximo jueves a la provincia del Chaco, ubicada en el norte del país.
La suspensión fue confirmada por el gobernador del Chaco, Juan Carlos Bacileff, quien argumentó que la presidenta no podía viajar debido a la faringitis que le fue diagnosticada el pasado viernes.
Sin embargo, un par de horas después el vocero presidencial, Alfredo Scocimarro, afirmó que Fernández sí iría al Chaco y sólo suspendería su participación en el festejo por el aniversario de las Abuelas de Plaza de Mayo, previsto para mañana miércoles en la ciudad de La Plata.
Scocimarro volvió a desmentir así a Capitanich, quien el viernes por la mañana había garantizado que la presidenta estaba en perfectas condiciones de salud, mientras por la tarde el vocero informó que debía guardar reposo por 48 horas debido a una faringitis.
La cuestión de fondo es la discrecionalidad con la que se maneja la información del gobierno en general, ya que ni siquiera se publica la agenda de actividades diarias de la mandataria.
“Sin actividad oficial programada”, señala todos los días la página oficial de la Presidencia, por lo que los actos apenas si se filtran de manera informal, sobre todo a los periodistas que cubren la Casa Rosada.
Este martes, Scocimarro explicó que Fernández había retomado su agenda “normal” desde la víspera, pero desde la residencia oficial de Olivos, ubicada en las afueras de Buenos Aires.
La política de secretismo en torno a la salud de la presidenta es frecuentemente cuestionada por la oposición, que argumenta que no se trata de un tema personal, sino de Estado.
