Con la proximidad al inicio de la Copa del Mundo y el cierre de las ligas y sobre todo con el duelo espeluznante entre merengues y colchoneros sólo nos queda esperar las sorpresas y novedades que nos traiga el Mundial.
La celebración de este tipo de eventos permea tendencias de entrenamiento, alimentación y recuperación ante la proximidad de compromisos y la recuperación posterior al esfuerzo sobre todo tomando en cuenta que la geografía brasileña obligará a grandes desplazamientos. Es en este aspecto y en la manera de resolver las vicisitudes que se enfrentan y que muchas de las veces dan al traste a la logística planeada con meses, incluso años de anticipación, las comodidades otorgadas a los jugadores siempre son criticadas, como si muchos de los que las hacen no buscaran siempre la mayor comodidad ante un viaje o una estancia.
Dentro de los temas se ha discutido ampliamente la actividad sexual de los jugadores, en algunas selecciones permitida y en otras proscrita, se hace a un lado el beneficio físico y emocional ante la desconfianza sobre la responsabilidad del jugador ante esta situación, la cual podría tener buena parte de explicación en nuestra idiosincrasia.
En este tipo de torneos surgen tendencias en el tratamiento de las lesiones, en el uso de recursos para optimizar tiempos de recuperación, o de la utilización de nuevos aparatos aplicables tanto en el tratamiento fisiátrico o de la modificación en algunas técnicas de empleo en los aparatos ya conocidos.
En esta ocasión el representativo nacional reporta con un tiempo reducido en comparación a los mundiales anteriores en los que se llegaron a dar concentraciones de hasta dos meses previos al arranque de la Copa. Este tema controversial en esencia sirvió de base para explicar el desempeño opaco de la Selección Nacional ante Israel, en el que la magia estuvo en los botines de Cuauhtémoc Blanco, quien como divo dominó la escena de un Estadio Azteca pletórico que olvidó el bajo desempeño ante el momento sentimental de la despedida tanto de Cuauhtémoc como del equipo, ya que ante la cercanía de la fecha aún no se visualiza que nuestro representativo se encuentre en su mejor momento.
En otro tema, un abrazo a mis compañeros y amigos de la generación XXIII de la Facultad de Medicina en este día aniversario de nuestra graduación.
¡Hasta la próxima!
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