Todos tenemos algunos días malos en la oficina, pero, qué hacemos cuando cada día que pasa nos convencemos más de que estamos en el trabajo equivocado? La renuncia es un camino, pero se requiere tener ya otra opción a dónde ir. Otro camino es tratar buscar que el trabajo se haga atractivo. Los expertos dicen al respecto que ""Cada trabajo tiene soluciones intermedias". El reto más grande es definir si los problemas que tenemos en nuestro trabajo son temporales o si forman parte de la naturaleza propia del mismo, y aquí es en donde debemos empezar a hacernos las preguntas adecuadas a nosotros mismos y a nuestro jefe inmediato. La mayor parte de la gente que han aceptado un trabajo equivocado, no investigó lo suficiente antes de decir que sí.
Pero no debemos de suponer que el trabajo no puede cambiar de manera que nos guste desarrollarlo. ¿Qué se puede hacer? Aquí algunas sugerencias:
Ser realistas. Ningún trabajo es perfecto. Algunos trabajos ofrecen un sueldo competitivo, pero con una carga altamente estresante de trabajo. Otros trabajos lo ponen a uno detrás de un escritorio, pero ofrecen más oportunidades de desarrollo. Pregúntese que le gustaría obtener de su trabajo y si hay la posibilidad de lograrlo. Pregúntese si su trabajo representa un buen escalón para seguir progresando en la organización y sobre todo, que su trabajo le deje opciones para disfrutar también de su familia y sus amigos. Todo buen trabajo tiene muchas cosas positivas y algunas no tanto. Tampoco hay que exagerar queriendo dejar el trabajo después de sólo unas semanas de estarlo desarrollando, se debe pensar en el mediano y largo plazos. Si en poco tiempo nos desesperamos y ya estamos con nuestra mente pensando en buscar otro trabajo, no seremos de verdadera utilidad para la empresa.
Investigue si su trabajo en el que no está a gusto es salvable. Identifique si los problemas son temporales o si son del día con día en ese puesto. Esas jornadas de trabajo hasta el anochecer se acabarán al terminar el proyecto? O serán su modus operandi de todos los días? Si usted tiene preguntas o dudas, vaya con su jefe y explíquele sus preocupaciones respecto al trabajo. Lo peor que usted puede hacer es no decir nada hasta que se harte y renuncie. Pero cuando vaya a hablar con su jefe, dele "el remedio y el trapito", no sólo le presente los problemas de su trabajo, propóngale ideas de cómo su trabajo se puede alinear mejor con sus capacidades, habilidades y metas. Existe la posibilidad de que su jefe ni siquiera se haya imaginado los problemas que usted enfrenta en su trabajo y que se muestre abierto a realizar algunos cambios. Si usted juega sus cartas de manera correcta, puede obtener lo que usted busca en su trabajo o quizá pueda darse cuenta que de plano no embona en su puesto. De cualquier manera, al final usted tendrá más información valiosa para tomar su decisión.
Permanezca siempre en busca de su propio desarrollo y crecimiento. Si usted decide expandir sus actividades fuera de la oficina, recuerde que hay otras posibilidades para el desarrollo profesional fuera de la oficina. Considere tomar cursos en línea o afiliarse a organismos de actividades voluntarias de apoyo. Si su trabajo no le da lo que usted necesita para su desarrollo, ésa puede ser la oportunidad para que tome un rol de liderazgo en una organización para hacer nuevos contactos, desarrollarse en otras áreas distintas a las de su trabajo y "ponerse en la mira" para otras oportunidades.
Saque las antenas. Si usted finalmente decide que la única opción que tiene es dejar su empleo actual, empiece a moverse en sus redes de contactos y busque nuevas opciones, póngase en contacto con sus empleadores anteriores para investigar si existe alguna posibilidad de empleo. Si no le gusta su empleo, pero si le gusta la empresa, conozca gente de otros departamentos que luzcan contentos con sus trabajo, pregúnteles como llegaron hasta ahí y si hay algunos puestos potenciales en los que usted pudiera encajar. Desarrollar una red personal de contactos dentro de la propia empresa, es lo mejor que usted puede hacer si es que se quiere quedar en ella, pero en un puesto diferente. En lugar de contratar personal externo, la gente contrata personas que conoce y en las que confía, gánese esa confianza y dése a conocer internamente.
Conozca los riesgos. Renunciar a un trabajo que no le gusta y no le satisface puede representar un alivio para usted, pero también puede significar una tacha en su currículum. Es entendible que uno pueda cometer uno o dos errores en el transcurso de una larga carrera, pero si usted cambia de trabajo con frecuencia después de algunos meses por razones no muy claras, ello definitivamente es una señal de advertencia para los empleadores acerca de su confiabilidad. Sea preciso en la entrevista acerca de las razones de su corta estancia en el trabajo anterior, manifieste que su trabajo no embonaba con sus capacidades y metas.
No tome usted el camino más difícil. Si decidió irse, resista la tentación de decirle a su jefa o jefe hasta de qué se va a morir. No se aloque ni queme puentes, uno nunca sabe cuándo nuestros excolegas serán de mucho valor para nosotros. Sea lo suficientemente humilde para dar las gracias a cada uno y retírese en buenos términos con todos.
Tenga mucho cuidado con el siguiente paso. Se requiere ser muy cuidadoso para dejar un trabajo, y se necesita el mismo cuidado para aceptar uno nuevo. No deje que el coraje que trae del trabajo anterior le nuble la vista para aceptar otro igual o peor. No tenga miedo de hacer preguntas difíciles a los empleadores potenciales. Si no quiere cometer el mismo error, piénselo dos veces.