Originario de un ejido del estado de Tamaulipas, estudió ingeniería metalúrgica en la Universidad de Nuevo león. El destino lo trajo a trabajar en La Laguna en 1983, después de desarrollar varios trabajos y de haber tenido algunos fracasos -lo corrieron de su trabajo en dos ocasiones- decidió establecerse por su cuenta como emprendedor en el sector de fundición. Con mucho entusiasmo y con amplios conocimientos en ese ramo industrial, inició su carrera empresarial en 1988.
Hoy cuenta con varias empresas y la calidad de sus productos es reconocida por el mercado internacional de fundición y ello lo ha impulsado a crecer de una manera ordenada y bien planeada. En su planta principal tiene 70 trabajadores especializados, además de las otras empresas y las empresas asociadas que le ayudan a surtir el mercado de exportación. Gran parte de su éxito se debe, como él mismo lo reconoce, a que se ha enfocado a producir varios productos en hierro y acero de diversas especificaciones de aleación, más que centrarse en una o dos aleaciones especiales.
Reconoce que el inicio de la empresa fue sumamente difícil, sin apoyo de ninguna instancia gubernamental, con todos los factores en contra. Y a pesar de tener un proyecto empresarial en forma, que llenaba todos los requisitos establecidos, el apoyo del gobierno nunca se dio. Por el contrario, después de haberse consolidado siete años después de su inicio, con un alto espíritu asociacionista, ha compartido su éxito con otras tres empresas de fundición locales para conservar este negocio en plantas de La Laguna.
Sin dejarse llevar por la euforia de su éxito, se ha mantenido innovando e invirtiendo en sus empresas. La mayor parte de las utilidades se invierten en nuevos equipos e instalaciones y sobre todo, en el desarrollo de su personal y de su equipo directivo a niveles que cualquier gran empresa envidiaría. El esfuerzo ha sido titánico, aplicando las sencillas reglas de las empresas de clase mundial.
La misión y la visión de sus empresas no es una simple forma de cumplir con el hecho de tenerlas, se aplican en la práctica y se siguen metódicamente todas las acciones que los llevan a lograrlas. Más que contar con las certificaciones internacionales de calidad, se preocupan porque cada trabajador se vuelva competitivo en lo que hace y en dar capacitación constante para que todos estén al día en conocimientos.
Como las empresas de clase mundial, las empresas de este grupo saben que la productividad se da en individuos comprometidos con la empresa, cuando primero la empresa se compromete con ellos. La selección de los trabajadores es muy meticulosa, y a cada trabajador se le aplican pruebas psicométricas para establecer su perfil y su base de conocimientos, para mostrarle al trabajador hasta donde puede desarrollarse dentro de la empresa, si sigue los programas de capacitación y educación que ahí se les proporcionan. Los salarios que se pagan están por encima de los promedios de la región.
Este grupo de empresas se ha dado a la ardua tarea de lograr un cambio de cultura en sus trabajadores y toman las acciones necesarias para que ello se vaya dando. Reconociendo la posibilidad de mejorar como ejecutivos, el personal directivo de esta empresa cuenta con programas de coaching profesionales, se han sometido a terapias psicológicas y hasta psiquiátricas para sobreponerse a las tensiones y el estrés del trabajo, reflejándose ello en una mejor y más cordial relación con todos los trabajadores y en un mejor enfoque empresarial en todos los aspectos.
Todavía muchos empresarios consideran que la capacitación y las buenas relaciones laborales son deseables pero no indispensable, o peor aún, a pesar de reconocer su importancia, no hacen nada al respecto. Como todo buen ingeniero, el director general de estas empresas reconoce que no se puede controlar lo que no se puede medir. Durante los primeros siete años mantuvo un estilo gerencial impositivo y poco participativo, los problemas que se presentaban, requerían de mano muy firme para sobrevivir en el mercado. Una vez superada la primera etapa, llegó el momento de hacer cambios estructurales en el manejo de las empresas.
Se establecieron parámetros de medición en todas las áreas de la empresa. La capacitación no se limitó a dar habilidades y conocimientos adicionales a los trabajadores, sino a ir más allá, a enseñarle a los trabajadores y ejecutivos a manejar sus problemas familiares y a darles herramientas y terapias para desarrollarse mejor como personas. La mejora en la productividad y los demás parámetros no se dejó esperar.
Cuando uno ve las gráficas de resultados de estas empresas, se confirma una vez más que cuando se ponen en práctica las mismas metodologías que aplican las empresas exitosas, el resultado es también exitoso. Iniciaron con un diagnóstico empresarial y posteriormente un Taller de Enfoque Estratégico para el equipo directivo, además de un balance de capacidades y un plan maestro de implementación. Posteriormente se iniciaron los cambios necesarios en todas las áreas de negocio de las empresas: comercial, operación, calidad, administración, recursos humanos, tecnologías de información, gobierno corporativo, innovación y responsabilidad social.
Actualmente este grupo de empresas está dando otro paso trascendental en su desarrollo, están formando un consejo directivo con la participación de profesionales externos, para afrontar exitosamente las etapas de crecimiento que desean sus principales clientes, para satisfacer los volúmenes crecientes de producción que demanda el mercado.
Las empresas gacela son aquéllas que crecen rápidamente, incluso en tiempos de crisis. Para ser considerada «gacela», una empresa debe tener un crecimiento de entre el 20 y el 25% anual. Este tipo de empresas son generadoras de empleo a raíz de su crecimiento acelerado, con ventas ya colocadas a futuro con el apoyo de otras empresas asociadas y dispuestas a cumplir sus compromisos financieros de los apoyos esperados.
Recientemente este grupo -que ha crecido en sus ventas 450%, en los últimos siete años- solicitó el apoyo gubernamental para su crecimiento adicional de los próximos años, no pedían nada gratis, presentaron su plan de trabajo realista como empresa gacela, después de muchas vueltas, los apoyos fueron nulos.
Hace cinco años estuvo de visita en Torreón un empresario de India y dijo que en ese país, que muestra altos niveles de desarrollo en los últimos 10 años, "las empresas crecen de noche, cuando los políticos duermen".
Sin apoyo gubernamental.
Cuatro estudiantes del Instituto Tecnológico de La Laguna ganaron su pase al Campamento de las Ciencias en Londres, son el único equipo latinoamericano. Presentaron su "Proyecto fotovoltaico para pintura y barniz". No han conseguido dinero suficiente para pagar sus boletos de avión. Los altos presupuestos del Conacyt y el Coecyt no alcanzan para pagar 28 mil pesos para cada uno de estos brillantes estudiantes. De nuevo sale al quite la iniciativa privada. Felicidades a los cuatro estudiantes y a la Dra. Sandra Casillas!!
