"Si le preguntan a mis hijas, no estoy segura de que digan que he sido una buena madre", eso fue lo que contestó Indra K. Nooyi cuando le preguntó un periodista acerca de su balance entre la vida familiar y su trabajo.
Indra comentó acerca de sus primeras experiencias en casa, el día que le anunciaron que ocuparía el puesto de Presidente de PepsiCo hace ya 14 años. Estaba trabajando hasta muy tarde, como solía hacerlo todos los días y en ese tiempo la empresa acababa de adquirir al gigante de los cereales Quaker Oats.
A las 21:30 hrs. recibió una llamada a su oficina, del entonces Presidente del Consejo y CEO (Chief Executive Officer/Director General). Él le dijo: "Indra, mañana vamos a anunciar tu nombramiento como Presidenta y miembro del Consejo de Administración". Indra se sorprendió muchísimo, tomando en cuenta su origen, de ocupar ese puesto en una de las empresas ícono en los Estados Unidos.
Después de recibir la noticia, en lugar de continuar trabajando hasta la medianoche -como era lo normal en su rutina de trabajo-, Indra decidió ir a casa "temprano" para compartir la noticia con su familia. Llegó a su casa a las 10 de la noche y su madre ya la esperaba a las puertas de la casa. Indra saludo a su madre y le dijo: "Mamá, te tengo una muy buena noticia". La mamá le dijo que dejara la noticia para después y que fuera a la tienda de conveniencia a traer leche. Indra vio que en la cochera estaba el carro de su marido y le preguntó a su mamá a que hora había llegado él y su mamá le dijo que a las 8 de la noche.
Al preguntarle a su mamá por qué no le había pedido al marido de Indra que fuera por la leche, su mamá le contestó que él estaba muy cansado. "Mis dos hijas están en casa, por qué no se lo pediste a ellas?", Lo olvidé, contestó su madre. Su madre insistió: "Ve por la leche, la necesitamos para el desayuno". Como una hija diligente, Indra fue por la leche y regresó a casa.
Guardó la leche en el refrigerador y le dijo a su mamá: "Me acaban de decir que seré la Presidenta de PepsiCo y todo lo que tú quieres es que vaya a la tienda a comprar leche, que clase de mamá eres?" La respuesta fue: "Déjame explicarte algo, tú podrás ser la Presidenta de PepsiCo y parte del Consejo de Administración, pero cuando entras en esta casa, tú eres la esposa, la cuñada y la mamá, todo eso. Nadie más puede tomar tu lugar. Así que deja esa corona de reina en la cochera y no la metas a la casa".
Indra cree que las mujeres que trabajan fuera de casa no lo pueden tener todo. Pretenden tenerlo, pero no es así. Ella ha estado casada con su marido durante 34 años, tienen dos hijas y comenta que todos los días tiene que tomar la decisión de ser madre o esposa y esa decisión la tiene que tomar, en ocasiones, varias veces al día y se tiene que buscar ayuda e incluso pedirle a la propia familia que comprenda la situación entre la vida familiar y el trabajo. "He tratado por todos los medios de ser una buena madre y no creo estar lográndolo" dice Indra.
"Una tiene que buscar la forma de sobrevivir entre la vida familiar y el trabajo" comenta Indra, y explica que cuando su hija asistía a una escuela católica, todos los miércoles a las 9 de la mañana había una clase-café para las madres de las alumnas, casi nunca pudo ella asistir, en horas de trabajo era imposible. Un día la hija llegó a casa y le mostró a Indra la lista de madres que asistieron a la clase-café diciéndole "tú no estás en la lista mamá".
Días antes, Indra pidió a la escuela que le dieran la lista de madres que tampoco habían asistido a las clases-café, de manera que cuando su hija le dijo tú no estás en la lista de asistentes, Indra le dijo: "No fui sólo yo, la Sra. Fulana y la Sra. Zutana y la Sra. Mengana tampoco estuvieron, no soy la única mala mamá". Una tiene que salir adelante a pesar de tener sentimientos de culpa. El reloj familiar y el reloj del trabajo están en eterno conflicto entre ellos. Cuando estás construyendo tu carrera laboral, también es el momento de dedicarse a los hijos pequeños, y cuando ya estás en la gerencia media, los hijos requieren más atención porque ya son adolescentes y a veces el propio esposo parece adolescente y también requiere atención personal de una. Todos ellos te necesitan, Qué se puede hacer?
Y cuando ya estás en un peldaño más alto en la empresa, también tus padres te necesitan, porque ya se están haciendo viejos.
De acuerdo con Indra, lo que se puede hacer es apoyarse en quienes están contigo en el trabajo y entrenar a la familia para que se adapte un poco al ritmo del trabajo. Cuando Tyra, su segunda, hija estaba pequeña, en casa había estrictas reglas respecto a jugar con el Nintendo, sin importar si Indra estaba de viaje en China, Japón o India, la niña hablaba a la oficina con la secretaria diciendo: Puedo hablar con Mami? Y ella le preguntaba -de acuerdo con las instrucciones de Indra al respecto-, Que se te ofrece? "Quiero jugar Nintendo". La secretaria preguntaba: "Ya terminaste la tarea?. Etc. Muy bien, entonces puedes jugar Nintendo media hora". Después la secretaria le enviaba un mensaje a Indra comentándole el hecho.
Comenta Indra que las mujeres que trabajan tienen que ejercer su papel de madres a veces a través de otras personas, si no desarrollan mecanismos como esos, no funcionan bien los roles familiares y de trabajo. Ella dice que ser madre de familia en casa es un trabajo de tiempo completo, ser presidenta de una empresa, o directora o gerente, es tres veces más pesado, Cómo le puede hacer justicia una a todos? Muchas veces no se puede. Y en estos casos la persona que resulta más afectada es el cónyuge, no hay duda de ello. Su esposo Raj le dice "La lista de tus prioridades es PepsiCo, luego PepsiCo y después PepsiCo, luego nuestras dos niñas, luego tu mamá y al final estoy yo" Indra le contesta: "Pero estás en la lista y eres importante en ella".
