(EL UNIVERSAL)
Seguro que lo conoces porque en México aqueja a 75% de los empleados, según encuestas realizadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Dolores de cabeza, articulaciones, huesos, músculos; problemas gastrointestinales, lumbares, trastornos del sueño, obsesiones y compulsiones, ansiedad, depresión, adicciones a drogas, alcohol y tabaco.
Todos estos son indicadores -enfermedades psicosomáticas, es decir, relacionadas con las emociones- de que puedes sufrir estrés ocasionado por el trabajo.
Pero, ¿qué es? Felipe Uribe, psicólogo especializado en salud ocupacional y burnout de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que desde un sentido biológico, el estrés ayuda a los seres vivos a estar alertas y a defenderse de las amenazas en el medio ambiente. Así que en sí mismo, el estrés no es malo ni perjudicial.
Pero, ¿cuándo deja de ayudar y es necesario comenzar a prender los focos rojos? "El estrés es bueno cuando me ayuda a defenderme, pero cuando es malo pasa a ser un malestar que me paraliza y no me deja reaccionar. Lo más grave es cuando me empiezo a enfermar", explica Uribe. Así, las dolencias antes mencionadas son la mejor señal para comenzar a poner atención.
En este sentido, tanto estudios como especialistas coinciden en que en el trabajo existe la presión y el estrés y que entre ellos hay una gran diferencia.
Mientras que la primera puede mantener al colaborador "alerta, motivado y en condiciones de trabajar y aprender", el estrés aparece cuando ésta presión se hace excesiva o difícil de controlar, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el estudio "La organización del trabajo y el estrés: Estrategias sistemáticas de solución de problemas para empleadores, personal directivo y representantes sindicales".
La realidad es que, independientemente de sus causas -ya sea laborales o personales- es un problema que afecta tanto al colaborador como a la empresa.
"Un trabajador estresado suele ser más enfermizo, estar poco motivado, ser menos productivo y tener menos seguridad laboral; además, la entidad para la que trabaja suele tener peores perspectivas de éxito en un mercado competitivo", sostiene la OMS.
Esta misma organización reconoce al estrés laboral como uno de los principales problemas para la salud de los trabajadores y el buen funcionamiento de las organizaciones.
La manera de afrontar el estrés es meramente personal. Mientras que a unas personas ciertas situaciones pueden causarles estrés, a otras no y viceversa.
Pero, ¿vale la pena? Ésta es una pregunta que es pertinente hacerse cuando los niveles de estrés van más allá del trabajo y ya están afectando la salud y la vida personal. "Habría que hacer un análisis costo-beneficio del estrés y de lo que se está haciendo. Quizá parar sea una buena opción en algunos casos", alerta el sicólogo especializado en salud organizacional y burnout.
"El estrés es como la polución. Contamina la atmósfera y hace sentir mal a la gente. El `smog→ que el estrés provoca hace difícil determinar la causa real de toda la tensión, ira e infelicidad", sostiene "The workplace anti-stress guide", elaborada por la Unión de Hospitales para empleados de la Columbia Británica, la más antigua organización dedicada a la salud de esa región.
Al buscar la causa del malestar, el sentimiento más común es el de la culpa. Los empleados suelen culparse de no poder manejar la situación y comienzan a dudar de sus capacidades de realizar el trabajo.
Sin embargo, es importante identificar estas actitudes para evitar culparse, sostiene este estudio.
Uno de los primeros pasos para manejar el estrés es identificar qué situaciones son las dañinas para el trabajador, señala un documento de la Clínica Mayo.
"Por un par de semanas, registra las situaciones, eventos y personas que te causan una respuesta negativa ya sea física, mental o emocional. Incluye una descripción breve de dónde estabas, quién estaba involucrado, cuál fue tu reacción y cómo te sentiste", recomienda.
Encontrar las razones que lo causan y cambiarlas, es la mejor manera de manejarlo.
Luego de la detección, viene el tomar cartas en el asunto. Si bien en algunos casos es necesaria la ayuda psicológica y médica, también es posible comenzar por poner atención a sí mismo: a autocuidarse.
"Autocuidado significa hacer una decisión consciente de cuidarte a ti mismo, especialmente en situaciones que pueden ser dañinas. Los trabajadores han aprendido a poner sus necesidades en segundo plano. Si se es mujer, quizá se haya aprendido a poner las necesidades propias al último. Es el desafío de poner el cuerpo y la salud propia como una prioridad", señala la guía.
¿Cómo lograrlo? Los pasos parecen sencillos: primero, es darse cuenta de las necesidades del cuerpo, después, reconocer qué es bueno y qué es malo para éste y luego, actuar conforme con lo que hace sentir bien.
Lo principal es poner atención a las propias necesidades, ya que esto te ayudará a balancear, fortalecerá el sistema inmunológico y te hará sentir mejor.
"Al conocer las propias necesidades, es más fácil decir no a cosas dañinas. Si se aprende a poner límites y a exigir lo que se necesita", señala este análisis.
Pon límite a la carga de trabajo y de presión en tu trabajo porque arriesgar tu salud no vale la pena.
ELABORADO CON INFORMACIÓN DE LA CLÍNICA MAYO Y DEL AMERICAN INSTITUTE OF STRESS.
¿Qué tan sensible eres al estrés?
La Iowa Sate University realizó un cuestionario para averiguarlo. Marca cada reactivo del 1 (casi siempre) a 5 (casi nunca), de acuerdo con cuánto tiempo te describe la situación reseñada.
⇒ 1) Como al menos un alimento balanceado al día.
⇒ 2) Duermo entre siete y ocho horas al menos cuatro noches a la semana
⇒ 3) Doy y recibo afecto regularmente
⇒ 4) Tengo al menos un pariente al menos 80 kilómetros cerca de donde me desarrollo
⇒ 5) Me ejercito hasta transpirar al menos una vez a la semana
⇒ 6) Fumo al menos una vez al día
⇒ 7) Tomo menos de cinco bebidas alcohólicas a la semana
⇒ 8) Estoy en mi peso y medidas apropiadas
⇒ 9) Tengo un ingreso adecuado para cubrir mis necesidades básicas
⇒ 10) Tomo fuerza de mis creencias religiosas
⇒ 11) Atiendo regularmente a clubs o a actividades sociales
⇒ 12) Tengo una red de amigos y conocidos
13) Tengo uno o más amigos en los que confiar para asuntos personales
14) Soy merecedor de buena salud (incluidos oídos, dientes, etcétera)
⇒ 15) Hablo abiertamente de mis sentimientos cuando estoy enojado o preocupado
16) Tengo conversaciones regulares con personas con las que vivo acerca de problemas domésticos como dinero y situaciones diarias
17) Hago algo divertido y emocionante al menos una vez a la semana
⇒ 18) Soy capaz de organizar mi tiempo efectivamente
19) Bebo menos de tres copas de café, té o refresco de cola al día
⇒ 20) A lo largo del día tomo tiempo durante la jornada laboral para tranquilizarme
Súmalo y réstale 20 al total. Cualquier número arriba de 30 indica que eres vulnerable al estrés. Si eres seriamente vulnerable al estrés tu puntuación va de 50 a 75 y si eres extremamente vulnerable tu puntuación estará sobre 75.
Manéjalo
Estos consejos te ayudarán a disminuir el estrés laboral:
⇒ Busca otros puntos de vista. Habla con colegas de confianza o amigos sobre los problemas de tu trabajo. Ellos pueden ofrecer perspectivas o sugerencias para manejarlo. A veces el simple hecho de hablar de un estresor puede ser un alivio.
Toma un descanso. Haz los descansos que más puedas. Incluso unos pocos minutos de tiempo para ti durante un día de trabajo pesado puede ser refrescante. Asimismo, toma tiempo libre cuando sea posible, ya sea un par de semanas o un fin de semana largo.
⇒ Date aire fresco. Deja tiempo del día para actividades que disfrutas como leer, socializar o desarrollar un pasatiempo.
⇒ Cuídate a ti mismo. Sé atento con tu salud. Incluye actividad física en tu rutina diaria, duerme bien y lleva una dieta sana.
Sé asertivo y aprende a decir "no". Si tu jefe te está enviando siempre trabajo a tu bandeja de entrada, intenta contestar algo así como: "Agradezco tu confianza en mi trabajo. Voy a completar este proyecto en horas de trabajo, porque ahora ya estoy tomando tiempo libre". Una frase como ésta podrá poner en evidencia que estás sobrecargado al mismo tiempo que será positivo.
⇒ Encuentra el botón de "off". Apaga el teléfono y los gadgets después de las seis u ocho de la noche, por ejemplo. Esto hará que te desconectes de los estresores diariamente. Asimismo, cuando comas con tus compañeros de trabajo, hazlo, no estés revisando tu correo.
⇒ Muévete. Toma un tiempo al día para realizar una actividad física, es la mejor manera de disolver el estrés.
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