Ébola. Las cuarentenas en algunos estados de la Unión Americana están expandiendo el miedo en la población. (EFE)
Tanto a las puertas del hospital donde está internado el único enfermo de ébola en Nueva York como desde la misma ONU surgieron ayer críticas a las duras medidas impuestas al personal médico que regresa desde África a Estados Unidos, tras haber arriesgado su vida luchando contra el ébola.
"Lo último que queremos (...) es que se expanda el miedo", afirmó ayer el presidente de la ONU Housing Works, Charles King.
"Los profesionales médicos que regresan son personas excepcionales que se están sacrificando por la humanidad. No deben ser sometidos a restricciones que no están basadas en la ciencia", dijo, por su parte, el portavoz de la ONU Stéphane Dujarric.
King, que encabeza un grupo comunitario que presta asistencia a enfermos del sida, habló a las puertas del hospital Bellevue, donde el jueves quedó ingresado el médico Craig Spencer, el primer enfermo de ébola diagnosticado en Nueva York.
Spencer regresó a esta ciudad el pasado 17 de octubre, después de haber pasado varias semanas cuidando a enfermos de ébola en Guinea-Conakry. No se sabe cómo se infectó, pero el resultado de ébola dio positivo, y desde el jueves está aislado.
Un día después, una enfermera que había estado trabajando en Sierra Leona, Kaci Hickox, fue aislada en una carpa con equipos médicos instalada en un hospital de Nueva Jersey, al llegar al aeropuerto de Newark, y forzada a una cuarentena de 21 días.
Hickox fue la primera afectada por los controles especiales adoptados por Nueva York y Nueva Jersey para evitar una extensión del virus en esos estados, medidas que han sido criticadas por médicos y funcionarios federales que sostienen que no tienen base científica.
Las autoridades han venido insistiendo en que el ébola sólo se contagia por fluidos que libera una persona que tiene síntomas de ese mal, como fiebre alta o malestar gastrointestinal, ni siquiera mientras está incubando el virus.
Pero los Gobiernos de Nueva York y de Nueva Jersey fueron más allá de las recomendaciones federales y anunciaron que quien llegue a esos dos estados y haya tenido contacto con enfermos de ébola en África Occidental será sometido a cuarentena durante 21 días, tenga o no síntomas de la enfermedad.
Pentágono ordena cuarentena
El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció ayer que once militares enviados a los países más afectados por la epidemia de ébola permanecerán en cuarentena por 21 días, tiempo de incubación del virus.
El general Darryl Williams y diez militares más que ayudaron a construir unidades de cuidado médico y laboratorios para pacientes de ébola en Liberia, Guinea y Sierra Leona serán sometidos a "un monitoreo de control", informó la vocera Bárbara Starr. Apuntó que el Departamento de Defensa no utilizó el término "cuarentena", pero expuso que estarán bajo un monitoreo que incluye aislamiento total y mediciones diarias de la temperatura.
Estigmatizan personal
Expertos reclamaron al Gobierno del estado de Nueva York (EU.) que suspenda la cuarentena obligatoria al personal médico que vuelve de África Occidental, impuesta con el fin de prevenir el contagio de ébola, para no "estigmatizar" a ese colectivo de profesionales.
Más de cien activistas, profesionales y investigadores en salud pública firmaron una misiva con el propósito de parar la "histeria" con la que creen que los gobernadores de Nueva York y de Nueva Jersey, Andrew Cuomo y Chris Christie, respectivamente, actuaron para contener el ébola en estos estados.
El pasado viernes los gobernadores anunciaron por sorpresa que aislarían a cualquier persona que llegara a sus aeropuertos tras haber estado en contacto con enfermos de ébola, medida extraordinaria a la que también se ha sumado el estado de Illinois.