Elvira de la Mora Peña.
Cuando Louis y Auguste Lumière (los hermanos Lumière), pioneros de la fotografía e inventores del cinematógrafo, presentaron el 28 de diciembre de 1895 la primera proyección cinematográfica pública de su invento en el Grand Café des Capucines de París, el asombro de los espectadores no tuvo límite, pues los Lumière cumplían con creces el eterno sueño de la humanidad de poder conservar a través de los tiempos las imágenes en movimiento, que sólo podían percibirse fijas por medio de la pintura y de la incipiente fotografía.
Su éxito fue apoteósico y el invento pronto se extendió a todos los confines de la tierra. En México, no tardó en llegar el nuevo cinematógrafo, con el que se realizaron, en 1896, las primeras imágenes de Porfirio Díaz, a quien se considera el primer actor de la cinematografía nacional, montando a caballo en el Castillo de Chapultepec, y que tan magistralmente presenta Salvador Toscano en el documental histórico "Memorias de un Mexicano", donde además de ello, recrea la vida nacional de las postrimerías del Siglo XIX y la primera mitad de Siglo XX. Desde su surgimiento, y durante 30 años, el cine era mudo, y mayoritariamente dedicado a la elaboración de documentales y sucesos históricos como la Revolución Mexicana, que acaparaban todas las ediciones filmográficas. Tiempo después, se dejarían los temas realistas para pasar a la ficción, con lo que surge toda una industria de productores, directores, guionistas, actores y actrices, que crearían la llamada Época de Oro del Cine Mexicano.
Las primeras películas sonoras presentadas en México, que no tuvieron el éxito esperado debido a la falta de sincronización entre el sonido y la imagen, fueron "El Águila y el Nopal" (1929) del Director Miguel Contreras Torres; "El Inocente", un cortometraje sonoro de 1929, donde actuaron Emilio Tuero y la bellísima actriz, periodista, guionista, directora y productora de cine Adela Sequeyro, pero fue "Santa", presentada en 1932, del director Antonio Moreno, con música de Agustín Lara, y teniendo como actores a Lupita Tovar, Carlos Orellana y Juan José Martínez Casado, la que se considera la primera película sonora del país, donde por fin la tecnología se impuso y pudo sincronizarse perfectamente la imagen y el sonido.
Quien pensaría que detrás de grandes producciones conocidas y admiradas de la época dorada del cine nacional, pudiera estar una gomezpalatina, que durante años luchó por ocupar un sitio de honor, reservado en ese tiempo exclusivamente a los varones, en una etapa aciaga en que las mujeres eran marginadas de la vida pública, por lo que tuvo que bregar durante un largo período, con un bajo perfil, para evitar el rechazo de los sectores del medio fílmico y de una sociedad que no aceptaba la conducción de las mujeres.
Elvira de la Mora Peña, fue una de las grandes gomezpalatinas que aportó su talento para el engrandecimiento de la industria fílmica nacional. Nació en Gómez Palacio, Durango, el 25 de enero de 1902 viviendo sus primeros años en diferentes haciendas de la región. Sus padres fueron don Pedro de la Mora Gómez, originario de Tepatitlán, Jalisco, y la señora Rosalía Peña Blanco, de Parral, Chihuahua. La Revolución Mexicana, no le permitió terminar sus primeros estudios, por lo que la familia se trasladó a San Luis Potosí, donde Elvira estudió pintura y música, regresando posteriormente a radicar durante un tiempo en Torreón, Coahuila, cuando la Revolución había terminado. Debido a los males cardiacos que padecía su mamá, se vieron obligados a trasladarse a EEUU, para radicar en San Diego y Pasadena, California, donde Elvira estudiaría inglés y se prepararía como secretaria bilingüe. Durante su estancia en aquel país, en los años treinta, trabajó para los Estudios Fox, como secretaria y luego como guionista colaboradora, pero debido a los prejuicios contra las mujeres, solicitó no aparecer en los créditos, pues una parte importante de la producción latina se realizaba en esos lugares. Gracias a su estancia en aquellos sitios, nuestra paisana pudo relacionarse con personajes que buscaban sobresalir en el medio, como los intelectuales españoles Miguel de Zárraga, Gregorio Martínez Sierra, José López Rubio, Enrique Jardiel Poncela, y el mexicano José Mojica, con quien estuvo a punto de casarse.
Al morir su madre, Elvira regresó al país, y colaboró con Pepe Ortiz en el guión de la película ¡Ora Ponciano! (1936),sobre la vida del torero Ponciano Díaz Salinas, dirigida por Gabriel Soria y protagonizada por el matador Jesús Solórzano, Consuelo Frank y el actor duranguense Carlos López y Valles, conocido popularmente como "Chaflán". Esta película compitió como la mejor de 1936 con "Allá en el Rancho Grande", otro famoso filme, el cual se realizó a partir de la adaptación de la novela "Cruz" de la zacatecana y luego torreonense por adopción, Luz Guzmán Aguilera "Lucita", quien además escribió"Memorias del padre Cristalillo", a la que cambió el nombre por "Palomas, Torreón y Pancho Villa"; "Amansadores de potros" que luego se convirtió en la película "Bajo el cielo de México", además de ser la fundadora del Colegio "Los Ángeles" en 1945, cuya denominación luego cambió a Colegio "La Luz", a partir de 1974. Dos laguneras que brillaron por su talento que dejaron plasmado en realizaciones consideradas dentro de las 100 mejores películas de México.
Elvira de la Mora influyó para que José Mojica grabara en 1939 la película "Capitán Aventurero" donde el actor y cantante, considerado el mejor tenor de América Latina, compartió créditos con Carlos Orellana, Manolita Saval y Sara García, pioneros del arte cinematográfico. La gomezpalatina elaboró el guion para la película "Un día con el diablo" (1945), protagonizada por Mario Moreno "Cantinflas "por el cual Elvira no recibió paga o crédito alguno, por lo que demando al actor, al director y al productor del filme, perdiendo el juicio legal, tal vez, según algunas opiniones, por haber sido la primera mujer en exigir sus derechos actorales en México.
A pesar de este tropiezo, Elvira siguió adelante con la elaboración de guiones para dar vida a diversas películas de gran éxito. En 1936, se estrenaría "El Superloco", donde compartió créditos con otros escritores destacados, como en otras ocasiones. En esta cinta, los actores fueron Carlos Villarías, Leopoldo Ortín, Aurorita Campuzano y Emilio "Indio" Fernández. En 1938, saldría a exhibición la producción El caudal de los hijos / Los hijos mandan (1938), que protagonizaron Blanca de Castejón, Fernando Soler, Arturo De Córdova y Julián Soler. Luego vendría "Allá en el bajío" estrenada en 1941 encabezando el reparto, Pedro Armendáriz, Jorge Arriaga, Roberto Cañedo, Carmen Conde y Raúl de Anda. En 1942 se inició la filmación de "La leyenda del bandido" bajo la dirección de Fernando Méndez, la cual fue estrenada el 3 de junio de 1944, con el siguiente reparto: Raúl de Anda, Susana Guízar, Miguel Ángel Ferriz, Tito Junco, Miguel y Agustín Isunza, El Chicote y Roberto Cañedo.El resto de los guiones elaborados por Elvira de la Mora servirían para producir los éxitos cinematográficos de esos tiempos y que aún siguen siendo del agrado del público, entre ellos se encuentran:
Las calaveras del terror, de 1943 estelarizada por Pedro Armendáriz, Tito Junco y Crox Alvarado.
Mexicanos al grito de guerra (Historia del Himno Nacional) filmada en 1943 con Pedro Infante, Lina Montes, Miguel Inclán, Miguel Ángel Ferriz y Carlos Riquelme.
Viva mi desgracia, filmada en 1943, la cual se convirtió en un verdadero éxito de taquilla, y cuyo reparto estuvo encabezado por Pedro Infante y María Antonieta Pons.
Las dos huérfanas (1944) con Susana Guízar, María Elena Marqués, Anita Blanch, Julián Soler y Víctor Junco.
Más allá del amor (1944).Los protagonistas fueron Susana Guízar, Domingo Soler, José Cibrián y Julio Villarreal.
La pícara Susana/La señorita es así (1944).Reparto: Luis Aldás, José Arratia, Luis G. Barreiro, Fortunio Bonanova, Fernando Cortés, Mapy Cortés, Fernando Del Valle y Virginia Manzano.
Matrimonio y mortaja (1950). Intérpretes: Rafael Baledón, Carmen González, Domingo Soler y Fernando Soto.
Los tres García (1946), cuyo director fue Ismael Rodríguez, y Elvira de la Mora compartió créditos con Ismael Rodríguez, Carlos Orellana y Fernando Méndez. Esta obra, es considerada una de las mejores películas de todos los tiempos, y cuyos personajes fueron inmortalizados por Sara García, Pedro Infante, Abel Salazar, Víctor Manuel Mendoza, Marga López, Carlos Orellana, Fernando Soto "Mantequilla y José Pardavé.
Tierra de hombres. Filmada en 1956 y contó con el protagonismo de Domingo Soler, Antonio Aguilar, Joaquín Cordero, Julio Aldama, Elsa Cárdenas y María Teresa Rivas.
Elvira de la Mora viajó a un sinfín de países, siendo la primera mexicana en visitar la Unión Soviética en 1936, cuando ésta abrió sus fronteras al turismo; vivió en Argentina y conoció la industria fílmica de Alemania y Cuba. Conoció a personajes famosos como Lázaro Cárdenas del Río, Benito Mussolini, Diego Rivera y Gabriela Mistral, además de un sinfín de artistas de la época. En 1946 publicó su novela "Tierra de Hombres", realizada como un homenaje a la Comarca Lagunera, a sus hombres y a la tierra, donde describe el surgimiento de la región, el esfuerzo continuo de los laguneros por transformar la naturaleza y la lucha, llena de pasiones,que generó el reparto agrario. En 1949, decide retirarse del medio artístico, abatida por la muerte de su hermano José, su esposa y dos hijas, quienes perecieron en un accidente aéreo, en Dallas, Texas.
Elvira contribuyó a que Pedro Infante llegará a convertirse en actor y estrella del cine nacional, recomendándolo ante Ismael Rodríguez para que le hiciera un casting, y debido a la limitación de Pedro para hacer ciertos papeles, por su acento sinaloense, le dio clases y mejoró su imagen con cambios dentales, que mejoraron su presencia, principalmente la sonrisa, uno de los mejores activos del artista. El gran escritor y guionista contemporáneo, Guillermo Schmidhuber de la Mora, sobrino de la gomezpalatina, reconoce que gran parte de vocación y trayectoria, se lo debe a su tía, quien siempre lo estimuló con amor a continuar su preparación.
A pesar de que Elvira nunca se casó, adoptó al niño Enrique Gutiérrez Real, quien la acompañó hasta el fin de sus días. Por su vocación altruista, cuando se retiró a la vida privada, entregaba todas las regalías de sus trabajos para fines asistenciales. Elvira de la Mora una sobresaliente mujer mexicana y gomezpalatina, pionera del cine nacional y guionista de algunas de las mejores películas mexicanas de todos los tiempos, murió en Guadalajara, Jalisco, el 27 de agosto de 1990, cuando contaba con 88 años de edad.
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