Don Joaquín Amparán Cortés.
Joaquín Amparán Cortés
El distinguido maestro Joaquín Amparán Cortés, nació el 23 de septiembre de 1903, en la ciudad de Gómez Palacio, Durango. Fue hijo de los señores don Joaquín Amparán y doña Isaura Cortés de Amparán, quien dominaba las cualidades pianísticas, ejerciendo gran influencia en su hijo, quien desde muy corta edad ya mostraba una firme inclinación artística. A los 12 años, su padre decidió iniciarlo en el estudio formal del piano, encomendando su educación musical al profesor Francisco de P. Huerta que residía en Torreón, pero daba clases particulares en Gómez Palacio.
Tomaba sus clases junto con su madre, doña Isaura y con su sorprendente adelanto repetía en su niñez sin tener antecedentes musicales específicos, los temas que su madre interpretaba. Más tarde Amparán señalaba: "Hice mis estudios con gran rapidez, pues en lugar de cursarlos en 10 años los realicé en tres, con el consiguiente examen de ejecutante de piano".
Los acontecimientos revolucionarios en La Laguna, obligaron a la familia Amparán a trasladarse a la Capital de la República a donde llegaron en 1916, donde nuestro talento, terminó su instrucción primaria y logró reanudar sus estudios de piano, cuando ingresó a la Academia de Piano del maestro don Luis Moctezuma, destacando rápidamente, por lo fue presentado en público en el Teatro Arbeu y en diferentes audiciones de la Academia, ejecutando con maestría las obras: Barcarola y Romanza, de Rubinstein; el Vals N° 7, de Chopin y la Rapsodia Húngara N° 3, de Liszt. Además, se presentó como recitalista en la Sala Wagner el 16 de junio de 1918, y a pesar de que los precios de entrada eran muy elevados, se ocuparon todas las localidades, calificando la actuación de Amparán como magnífica.
En 1919, la Academia del maestro Moctezuma lo presentó en otra audición efectuada en el anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria, ejecutando el concierto en Sol menor para piano y orquesta, de Félix Mendelssohn.
En 1922 ingresó al Conservatorio Nacional de Música, del cual era Director el ameritado maestro Julián Carrillo, con quien estudió Armonía; el maestro Estanislao Mejía, lo capacitó en solfeo; en análisis musical, estudió con el maestro don Juan D. Tercero y piano con el maestro alemán Mark Gunzburg. En 1924 el maestro Joaquín Amparán terminó sus estudios de preparación pianística, con el maestro de excelente trayectoria don Manuel M. Ponce, con quien hizo una gran amistad.
Antes de que el maestro Gunzburg retornara a su país, organizó una audición el 21 de julio de 1923, donde participó Amparán, habiendo resultado aprobado con felicitaciones de todos los auditores presentes, quienes vertieron elogios por la capacidad interpretativa de nuestro artista.
En 1925 fue designado en el Conservatorio Nacional de Música, acompañante de piano de las clases del maestro Lamberto Castañares. En 1926, el maestro Manuel M. Ponce, hubo de viajar a Europa, por lo que designó a Joaquín Amparán como su sustituto en las clases de piano del conservatorio y de su academia particular.
Por gestiones del mismo maestro Ponce ante el doctor Alfonso Pruneda García, entonces Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, a cuya institución pertenecía entonces el Conservatorio, el maestro Amparán fue comisionado para ir a Europa a continuar sus estudios pianísticos.
Antes de partir al viejo mundo, el maestro Amparán ofreció dos conciertos de despedida, el 29 de enero y el 4 de febrero de 1927. Al llegar a Europa, ingresó al Conservatorio de Berlín y se inscribió en la cátedra del maestro Leonid Kreutzer, con quien estudió de abril a diciembre de 1927.
En 1928 estudió ejecución pianística en París con Alfred Cortot, en la célebre Sala Pleyel, sede de la Orquesta filarmónica de Radio France y de la Orquesta de París, considerada la sala de conciertos más famosa de París, con capacidad para 3 mil personas; en 1929 llegó a Alemania, ingresando al Conservatorio de Leipzig, en donde estudió hasta 1931 con grandes maestros europeos, como el afamado Max Pauer, regresando en octubre de ese año a México, donde reanudó su labor docente como maestro de piano en el Conservatorio Nacional de Música en 1932, hasta su jubilación en 1967.
Durante todo ese período, el maestro Amparán se dedicó a participar en diferentes eventos de gran relevancia, destacando su actuación como solista de piano en los años de 1936 y 1937 en la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la dirección del compositor Silvestre Revueltas, y en la Orquesta Sinfónica de México, bajo la dirección del maestro Carlos Chávez, lo que le valió ser considerado uno de los mejores músicos de México.
El 16 de abril de 1946, fue nombrado Subdirector del Conservatorio Nacional de Música, puesto que ocupó hasta el 1o de febrero de 1947.
El 1° de mayo de 1947, fue nombrado profesor de piano de la Escuela Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México, durando en su desempeño 4 años.
El 15 de enero de 1960, fue nombrado Director del Conservatorio Nacional, en donde realizó una maravillosa e importantísima labor, en beneficio de todos los que han tenido el privilegio de ingresar a nuestra máxima casa de estudios musicales. Al renunciar a la dirección del Conservatorio y a sus cátedras, por habérsele concedido la jubilación, con fecha 28 de febrero de 1967, se retiró a la vida privada, siendo muy sentida su ausencia.
El maestro Joaquín Amparán Cortés forma parte del cuadro de honor de los grandes músicos que han surgido en nuestra tierra, Gómez Palacio, y a pesar de haber emigrado a la ciudad de México, cuando iniciaba su adolescencia, nunca olvidó la ciudad que lo vio nacer. En una entrevista que concedió al Cronista de Gómez Palacio, profesor Sergio Luis Rosas y que fue publicada en 1991, comentaba: "Recorrí las piedras de la Plaza Juárez de Gómez Palacio en una bicicleta que me compró mi padre. Estaba enfermo y me ofreció ese regalo si me aliviaba. Cursé los tres primeros años de instrucción primaria en una escuela particular y en una oficial de Gómez Palacio".
Agregó algo importante sobre los días aciagos del movimiento armado de 1910 que le toco vivir: "La Revolución Mexicana golpeó mucho a Gómez Palacio, convertido en un campo abierto de batalla de los soldados federales dirigidos por el general Velasco. Cuando la gente de Villa bajaba del Cerro de la Pila, el espectáculo era impresionante, mientras que el grito de → Ahí vienen los villistas→ estremecía por completo a toda la población, ya que era saqueada inmisericordemente"
Joaquín Amparán fue uno de los más extraordinarios músicos, que formó a una gran cantidad de alumnos, muchos de los cuales destacaron de manera brillante como maestros o concertistas, entre ellos, Carlos Rivero, ganador de concursos nacionales e internacionales, al igual que Emilio Angulo; Antonio Castillo, Enrique Castillo, María del Carmen Badillo y Oscar Tarrago; Armando Montiel y Agustín Campillo, además de otros muchos que reconocen a Joaquín Amparán Cortés como el maestro que influyó en su formación y refinamiento musical.
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Gomezpalatina