La mayor parte de las enfermedades provienen del consumo de agua no estéril o contaminada. (ARCHIVO)
El consumo de agua no potable puede tener consecuencias en la salud que se traducen en parasitosis y cólera. La mayor parte de las enfermedades provienen del consumo de agua no estéril o contaminada.
La presencia de parásitos incide en el desarrollo intelectual y físico de las personas, contribuyendo, junto con la desnutrición, a la talla baja para la edad.
Un niño expuesto de manera continua a parasitosis intestinales por el consumo de agua contaminada, tiene un deficiente crecimiento y desarrollo intelectual y está sometido a mayores riesgos durante su infancia que pueden ocasionarle la muerte.
Cabe señalar que en México, un 92% de la población mexicana tiene agua potable, sin embargo hay todavía quienes carecen de este servicio, como son las comunidades rurales.