Muchos de los esmaltes utilizados para darle realce a las uñas poseen lo que es conocido en el mundo de la ciencia y la salud como el 'trío tóxico'. (ARCHIVO)
Desde tiempos muy remotos, personajes tan históricos como Cleopatra acostumbraban pintar sus uñas para lucir más bellas; ahora tanto mujeres como niñas suelen hacerlo aunque -señalan los expertos- sin percatarse de que su afán por lucir atractivas puede afectar su salud.
Y es que estudios del Departamento de Control de Sustancias Tóxicas de California comprobaron que muchos de los esmaltes utilizados para darle realce a las uñas poseen lo que es conocido en el mundo de la ciencia y la salud como el "trío tóxico".
Tanto el formaldehído, el ftalto de dibutilo (DBP) y el tolueno, son los elementos que conforman este trío y que son reconocidos por ser cancerígenos.
Estos elementos provocan que, si bien un esmalte puede resaltar la belleza de las uñas, también las afecta pigmentándolas y debilitándolas.
La recomendación es pues, leer bien la etiqueta de los productos que se consumen para descartar eventuales daños a la salud y que si se nota que "las uñas (están) más amarillas de lo normal, es bueno dejarlas descansar, no pintarlas durante días y hacer una hidratación con agua y limón", según indicó la dermatóloga Rosa Ortega al Huffington Post en español.
