El proceso de declinación de las funciones orgánicas femeninas inicia alrededor de los 50 años edad, cuando la mujer llega a la etapa de la menopausia. (ARCHIVO)
El geriatra adscrito al Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco, Antonio Kobashashy Gutiérrez, indicó que el proceso de declinación de las funciones orgánicas femeninas inicia alrededor de los 50 años edad, cuando la mujer llega a la etapa de la menopausia.
De hecho, especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) apuntó que al llegar a esa etapa, únicamente concluye su periodo de fertilidad, lo cual no quiere decir que no pueda continuar sexualmente activa y promoviendo un envejecimiento saludable.
El experto del IMSS señaló que la mujer en edad avanzada debe cuidar su descanso, procurando un buen dormir, para lo cual recomendó no realizar actividades en el dormitorio que no sean descansar, hay que evitar ver televisión, comer o leer.
Asimismo, dijo, su alimentación es fundamental para mantenerse sana por lo cual se le recomienda no fumar, reducir la ingesta de cafeína e incrementar el consumo de frutas y verdura, pescado, sardinas, lácteos, huevo, atún, margarina, muchos de ellos ricos en vitamina D y calcio.
La ingesta de calcio diaria para prevenir osteoporosis y desgaste óseo, dijo, debe ascender a 500 miligramos al día, en tanto el consumo de Vitamina D debe ser mínimo de 800 unidades diariamente.
Además, indicó, es vital la realización de actividad física diaria, e incrementar la ingesta de líquidos.
Kobashashy Gutiérrez indicó que a manera de prevención, las mujeres de la tercera edad deben acudir por lo menos una vez al año a realizarse su chequeo PrevenIMSS si es que no tienen enfermedades detectadas, y en caso de presentar alguna patología cada mes.
Explicó que dentro del chequeo médico de rutina, debe realizarse prueba de azúcar en sangre, medición de presión arterial, mastografía en mujeres mayores de 60 años de edad, examen de Papanicolau, y es deseable un estudio de biometría hemática para descartar cualquier riesgo a la salud.
Aunque las mujeres y los hombres envejecen por igual, los efectos del envejecimiento en las féminas resultan más evidentes en el aspecto físico debido a cuestiones de tipo hormonal, indicó el geriatra.
En el plano físico, señaló que la baja producción de estrógenos en la mujer tiene diversas repercusiones empezando por la piel en donde se genera una mayor resequedad lo que influye en la aparición de arrugas, uno de los tópicos que más se asocian al envejecimiento.
También en el aspecto de la vista, comentó el experto del Seguro Social, las mujeres en edad avanzada son más proclives que los hombres al desarrollo de las llamadas “cataratas”.
La disminución de hormonas femeninas, genera además una elevación de la presión arterial lo que aumenta la posibilidad de afectaciones cardiovasculares e infartos.
Otro de los aspectos que más se ven vulnerados en las mujeres son la estructura ósea y las articulaciones en donde se sufre un desgaste importante que puede dar lugar a osteoporosis, fracturas y cuadros artríticos.
Kobashasy Gutiérrez apuntó que las mujeres de edad avanzada son vulnerables a padecer infecciones sobre todo de tipo urinario, así mismo suelen tener mayor incidencia de diabetes e hipercolesterolemias o colesterol elevado.
En el aspecto psicológico, consideró que los problemas son más comunes en mujeres durante su proceso de envejecimiento que en los varones, por aspectos como la depresión, memoria y los trastornos del sueño por insomnio.
De hecho apuntó que socialmente la mujer tiene mayores dificultades para aceptar su proceso de envejecimiento principalmente por lo que implica abandonar su rol de madre, cuidadora, jefa y pilar de la familia.
En el aspecto social la mujer de la tercera edad, dijo el geriatra, puede conflictuarse al ser relegada socialmente o a ser poco integrada o bien a sobre esforzarse realizando labores no acordes a su edad.