Dejó su fortuna a su hijo mayor.
El malogrado actor Philip Seymour Hoffman dejó en su testamento, redactado en 2004, que su hijo Cooper debe ser criado en un lugar con acceso a la cultura y que no podría disfrutar de su herencia hasta cumplidos los 25 años, informó The New York Post. El ganador del Oscar por Capote, escribió su testamento cuando solo había nacido uno de sus tres hijos.