Uli Hoeness, presidente del Bayern Munich y una de las personas más influyentes en el futbol alemán, fue sentenciado ayer a tres años y medio en prisión por evadir millones de euros en impuestos por medio de una cuenta sin declarar en un banco suizo.
Hoeness, de 62 años, fue acusado inicialmente de evadir 3.5 millones de euros (4.85 millones de dólares) en impuestos pero cuando el juicio comenzó, el lunes, admitió que evadió 15 millones de euros más.
Luego se descubrió, al hacer una revisión de documentos que entregó a los investigadores poco antes de que iniciara el juicio, que debía un total de 27.2 millones de euros, una cifra que Hoeness no cuestionó.
El presidente del Bayern enfrentaba una pena de hasta 10 años de cárcel, y la sentencia final quedó a medio camino entre los 5 años y medio, que sugirió la fiscalía y la libertad condicional que pedía la defensa.