El abridor japonés Yu Darvish lanzó poco más de ocho entradas y dirigió el triunfo de Texas; Darvish (3-1) en ocho entradas y dos tercios aceptó un imparable, dio una base y retiró a 12 por la vía del ponche. (EFE)
Yu Darvish se volvió a quedar muy cerca. Por segunda vez en su carrera, al lanzador japonés le faltó un out para lanzar juego sin hit, permitiendo sólo el sencillo de David Ortiz con dos fuera en la novena entrada, lo cual no impidió que los Rangers de Texas vencieran ayer 8-0 a los Medias Rojas de Boston.
El camarero novato Rougned Odor, colocado en el jardín derecho, se lanzó de cabeza por el batazo, pero la pelota estuvo lejos de su alcance. Si los Rangers no hubieran utilizado una formación especial en el cuadro, una práctica común ante Ortiz, el batazo hubiera sido rutinario a la segunda base.
Darvish perdió la posibilidad de un juego perfecto con dos fuera en la novena entrada ante Houston el año pasado. En esta ocasión, dobló las rodillas y puso el guante en la cadera tras recibir el imparable.
Ayer, Darvish ponchó a 12 y dio dos bases por bolas en una noche de 126 lanzamientos.
El venezolano Odor, de 20 años y apenas en su segundo juego en Grandes Ligas también protagonizó la jugada en la que Darvish perdió el juego perfecto en la séptima entrada.
Ortiz conectó un batazo poco profundo al jardín derecho, y Odor no tuvo comunicación con el jardinero Alex Ríos. La pelota picó entre ambos. A Ríos se le cargó un error en la jugada.