Con estrella. David Lomelí debutó en Nueva York y fue aclamado por The New York Times, en su interpretación de Nemorino en L’elisir d’amore” de Donizetti.
En 2006, David Lomelí obtuvo el primer lugar del concurso "Operalia", de Plácido Domingo, quien además impulsó al joven tenor a través del programa Thornton Young Artist de la Ópera de Los Ángeles, tras escucharlo interpretar "Che gelida manina" de La Bohème en audición especial.
Durante su visita a La Laguna, el joven cantante, quien actualmente es director artístico de la Ópera de Dallas, compartió parte de su experiencia en la escena musical internacional.
"Además de cantar, yo me he especializado en analizar las estrategias que permitan hacer de la música y los proyectos musicales, como por ejemplo Camerata de Coahuila, proyectos de impacto, que comercialmente sean sustentables, la administración y el marketing que permiten elevar al nivel de una gran marca una orquesta".
El tenor explica que una de las razones para que los cantantes mexicanos tengan más proyección en el extranjero que en el propio país, es la programación, como coordinador artístico de la ópera de Dallas, Lomelí por ejemplo realiza sus programaciones a cinco años, mientras que en México Bellas Artes, o la propia orquesta coahuilense, lo hacen a un año.
"Cuando eso pasa, es imposible tener a los mejores cantantes de ópera en un concierto, no por el precio, sino porque ellos tienen agendas llenas con orquesta y teatros, donde ya los contrataron para funciones en los cinco próximos años. Además un cantante de gran nivel, no se compromete con más de 70 fechas al año, porque las carreras en la ópera son cortas".
El joven tenor explica que México no compite porque no programa a largo plazo, esto un tanto porque los puestos de quienes administran la cultura, son por periodos de gobierno, a lo que explica, que el futuro es buscar la independencia, tanto económica como artística, de los proyectos.
Hacer que la iniciativa privada, le apueste a los proyectos de música, es un reto no a futuro, sino que ya está sucediendo en otros países.
"Algo que no ven las instituciones de música clásica mexicanas, es que por ejemplo en Estados Unidos, las orquestas destinan del total de su presupuesto un cuarenta por ciento al marketing y la imagen, mientras que acá el 95 por ciento es para nomina sólo de los músicos, entonces no se proyectan como un producto atractivo para la empresa privada, es un error no verse como un producto, porque entonces siempre se dependerá del gobierno.
Lomelí explica que por eso se ven trípticos, programas y campañas mal hechas, que no compiten con programas comerciales u otras ofertas culturales, que sí le están apostando a una marca y lo más importante, a asociarse con otras marcas.
David ha construido una sólida reputación en las principales casas de ópera y salas de concierto a lo largo de los Estados Unidos y Europa.
Ha sido dirigido por maestros como Plácido Domingo, Nicola Luisotti, James Conlon, Gustavo Dudamel, Mariss Janssons y el mexicano Enrique Patrón de Rueda. Igualmente, ha compartido el escenario con figuras de la talla de Anna Netrebko, Elizabeth Frutral, Leo Nucci, Krassimira Stoyanova, Dolora Zajick, Deborah Voigt, Ana María Martínez y el mexicano Ramón Vargas.
Una carrera prodigiosa
A lo largo de su vertiginosa trayectoria profesional, David Lomelíl se ha presentado con algunas de las más importantes casas de ópera entre las que destacan las de Los Ángeles, San Francisco, Houston, Pittsburgh, Nueva York, Santa Fe, Toronto, Praga, Basilea, Glyndebourne, Berlín, Lille y Valencia. Su extenso repertorio como tenor lírico incluye los papeles protagónicos en óperas tan gustadas por el público como: La Traviata, La Bohème, Lucía de Lammermoor, Rigoletto, y El Elíxir de Amor. Recientemente, la revista Grammophone publicó su lista de las 10 mejores orquestas a nivel mundial. Seis de ellas han convocado al joven mexicano: la Sinfónica de San Francisco, la Filarmónica de Londres, la Filarmónica de Berlín, la Orquesta de la Radio de Múnich, así como la Orquesta Juvenil Simón Bolívar.
