Todo lo que inicia termina y parece ser que este año 2014 finalmente llega a su fin. Llega como Bruce Willis al final de sus películas "Duro de matar". Sin zapatos, golpeado, con camiseta sin manga toda sucia y fumando una colilla de cigarro. Este año que termina fue atípico, fuera de lo normal. Vimos los mexicanos de todo o casi de todo. Perdimos la fe en muchísimas instituciones de todo tipo. Vimos como miles de alumnos en varios estados perdieron su semestre o su año. ¿Qué nos pasó? ¿Qué se salió del orden o del control? No lo sé, sólo veo y entiendo que iniciaremos el 2015 con condiciones sociales, políticas, económicas y de estabilidad muy distintas a las de hace doce meses. ¿Qué parte fue la que no entendimos?
Se habla de un crecimiento en la economía medido por el Producto Interno Bruto (PIB), que apenas superará el 2 % comparado con el generado en el 2013, cuando en el mes de enero se estimaba en un 3.9 %. Hay que recordar que si la economía no crece no se generarán nuevos empleos y el desempleo trae necesidades no satisfechas que orillan a la persona a delinquir en muchas ocasiones. Conocimos los mexicanos de muchos derroches de dinero público y de actos de corrupción no castigados. La impunidad sí creció en este año. Vimos a más de 60 millones de pobres que viven en este maravilloso país, junto con personas que cobran salarios, bonos, etc. insultantes, así como aguinaldos 6 veces mayores a lo que marca la Ley. Si yo hubiera permanecido en estado de coma 25 años (una generación) no hubiera creído y entendido dónde quedó el país que aspiraba y tenía todo para ascender al "Primer Mundo". Estamos muy abajo en educación, seguridad social, seguridad pública, empleo, etc. ¿Por qué los asiáticos sí pudieron? ¿Dónde me quedé que perdí el rumbo? Mal año y si no se enmiendan los errores, el próximo será peor pues el precio del barril de petróleo de exportación hace un año estaba a 102 dólares y ahora a 48 y un tercio de los ingresos federales están atenidos a este bien no renovable. Aún así, en el 2015 el Congreso de la Unión autorizó al INE poco más de 18,500 millones de pesos para que los pobres puedan votar. ¡Qué maravilla!
Deseo y espero para todos y para mí que el próximo año podamos reír, perdonar, leer un libro, cantar, escuchar a los demás, ayudar al prójimo, aprender algo o mucho, decir a las personas cuánto las queremos, permitirnos equivocarnos, hacer amigos, correr, iniciar y terminar proyectos, mejorar nuestra conducta, escuchar, cumplir las promesas y principalmente seguir dando gracias a Dios por un año más de vida. Espero que quienes tengan que leer este mensaje lo hagan y así tendremos un México mejor. Deseo sinceramente que tengamos un año 2015 con certeza en las familias mexicanas respecto a la economía, la seguridad y el bienestar en general. Feliz Año Nuevo.
P.D. La esperanza es el sueño de los que están despiertos. Carlomagno.
"CONSUMA LO HECHO EN MÉXICO Y ESTARÁ DANDO TRABAJO A MEXICANOS"