Muerte. Un coche bomba conducido por un suicida en un bastión de Hezbolá dejó cuatro personas muertas y 30 heridos.
Al menos cuatro personas murieron y más de 30 resultaron heridas ayer al explotar un coche bomba conducido por un suicida en un bastión de Hezbolá, en el sur de Beirut, ataque reivindicado por la rama libanesa del Frente al-Nusra.
"Con la ayuda de Dios todopoderoso hemos respondido a las masacres llevadas a cabo por parte Hezbolá con una operación de martirio en su patio trasero (Beirut)", informó el grupo extremista con vínculos con Al Qaeda en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter.
El Frente al-Nusra, que opera en Siria y Líbano, aseguró que el atentado es en represalia por la muerte de nueve civiles el viernes pasado por el impacto de un proyectil disparado desde Siria contra la localidad fronteriza de Arsal.
Según la agencia libanesa de noticias ANN, un suicida hizo explotar el carro que conducía en el barrio de Haret Hreik, uno de los feudos del grupo chiíta libanés Hezbolá en el sur de Beirut, provocando además grandes destrozos materiales en edificios y vehículos cercanos.
El atentado se produjo en una concurrida calle repleta de pequeños comercios y resturantes, que fue blanco de un ataque suicida con coche bomba a principios de enero, dejando al menos seis muertos y unos 70 lesionados.
ONU condena ataque
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó ayer el atentado suicida de Beirut, la capital del Líbano, que dejó cuatro muertos y decenas de heridos y pidió que los responsables sean llevados ante la justicia.
“El secretario general condena la explosión de un coche bomba en el barrio beirutí de Haret Hreik que dejó muertos y heridos (...) y recuerda que los actos de terrorismo y la violencia son totalmente inaceptables”, dijo el portavoz de la ONU en un comunicado. La oficina del secretario general hizo un llamamiento para que los responsables de este “crimen horrible” sean llevados ante la justicia, envió sus condolencias a los familiares de las víctimas.
