Carril. Los peatones no respetan los carriles para bicicletas y patinadores, algunos hasta se molestan cuando se les señala el error.
Cientos de laguneros disfrutan del paseo Colón. Minutos después de las nueve de la mañana comienzan a llegar las familias. Con bicicletas, patines y hasta el perro, se preparan para recorrer los 3 kilómetros del paseo recreativo.
Pocos paseantes son precavidos al momento de sacar a su mascota, no recogen las heces fecales de sus perros y continúan caminando. Son contados los que se detienen a levantarlas; hay perros muy grandes, por lo que no se puede limpiar totalmente y quedan restos sobre el pavimento.
Además hay otros que en pleno paseo alimentan a sus mascotas, como no llevan sus platos se las dan directamente de la bolsa, luego les dan agua y se forma una plasta que tampoco recogen.
Personal de limpieza recorre el paseo constantemente, sin embargo, por la gran cantidad de paseantes con mascotas, resulta insuficiente para mantener el área limpia.
Por otro lado, los paseantes aseguran que el agua que les ponen a las mascotas no la cambian constantemente y en ocasiones está muy caliente. Motivo por el que a veces los perros no la quieren beber y sus dueños optan por comprarles agua embotellada.
NO RESPETAN EL CARRIL
Pese a que el próximo 20 de marzo el Paseo Colón cumplirá 3 años, los paseantes aún no respetan el carril para las bicicletas y patines. Aunque colocaron cintas amarillas para delimitar el área, los peatones se siguen atravesando.
Al momento de que los ciclistas o patinadores les indican su carril, los paseantes se molestan, algunos se mueven y otros simplemente los ignoran.
Los ciclistas, al igual que los patinadores, deben ir a una velocidad moderada para evitar accidentes.
En el mismo caso están los "Pedalcars", los pequeños carros con pedales donde se pasean hasta cinco personas. Ellos también esquivan peatones.
