Violencia. Enfrentamientos entre militares y prorrusos en Ucrania dejaron ayer decenas de personas sin vida. (EFE)
En la ciudad oriental ucraniana de Donetsk reinaba un ambiente de turbulencia ayer martes, un día después de que las fuerzas gubernamentales recurrieron a aviones de combate para evitar que los separatistas prorrusos tomaran el control del aeropuerto local. Se reportó la muerte de decenas de personas y el alcalde apareció en televisión para instar a los residentes a permanecer en sus viviendas.
La ciudad de un millón de habitantes fue escenario de combates el lunes, cuando los rebeldes trataron de apoderarse del aeropuerto, el segundo más grande de Ucrania. Las fuerzas del gobierno, con aviones y helicópteros de guerra, los repelieron.
Columnas de humo negro se elevaban por el aire y los funcionarios cerraron el aeropuerto de Donetsk y las calles aledañas en medio de los combates.
El alcalde de Donetsk, Aleksánder Lukianchenko, dijo que unas 40 personas, entre ellas dos civiles, murieron en los combates del lunes. Los líderes rebeldes, por su parte, dijeron que la cifra de muertes podría alcanzar las cien.
Las batallas ocurrieron mientras el multimillonario magnate de dulces Petro Poroshenko se adjudicó la victoria en las elecciones presidenciales del domingo, que las autoridades de Kiev esperan que unifiquen a esta nación profundamente dividida.
Poroshenko, quien aún no ha prestado juramento, se comprometió a negociar una salida pacífica a la insurgencia en el este, pero también calificó a los separatistas de ser unos "piratas somalíes", y prometió que impedirá que siembren más caos.
Los cadáveres de unos 30 combatientes rebeldes fueron llevados ayer martes a la morgue de un hospital en Donetsk, dijo Leonid Baranov, del movimiento separatista República Popular de Donetsk, quien estaba en la morgue de Kalinin.
