Del respeto al maltrato

Cuando hablamos de maltrato, no nos referimos únicamente al físico, ni a niños, jóvenes o mujeres. Un gran porcentaje de adultos mayores sufre maltrato psicológico, emocional, negligencia e incluso, abuso de confianza en cuestiones económicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define esta acción como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza”. Incluso, en diversas partes del mundo, el maltrato a los ancianos pasa casi inadvertido.

Se estima que en México aproximadamente 18 de cada 100 personas de la tercera edad sufren maltrato y el 85 por ciento de las veces es por parte de alguno de sus familiares, de los que un 60 por ciento es generada por los hijos de manera física, psicológica, sexual y económica, siendo las mujeres las más afectadas. Cuando la violencia es por parte de las hijas, predomina el maltrato psicológico y físico, mientras que los hijos se van más por el lado económico. Alma Mejía, psicóloga del DIF Torreón, comenta que también son muchos los casos de mujeres viudas donde sus hijos se van a vivir a su casa. “Hay situaciones donde los hijos se van a vivir con sus padres, en ocasiones con todo y pareja e hijos, porque literalmente no tienen otro lugar donde quedarse, y es ahí cuando la mujer adulta no tiene ni voz ni voto; esa es otra forma de violencia”, explica la psicóloga. La mujer se vuelve una madre permisiva, pero a la vez sometida, pues se convierte en la niñera de los nietos a pesar de no tener ya la misma fuerza para hacerse cargo de ellos. “No se dando la estructura que debe tener el sistema familiar”, comenta Mejía.

Condiciones de vida

El ingeniero Guillermo Covarrubias, director general del DIF Torreón, comenta que es posible que el porcentaje de adultos maltratados sea aún mayor al que se ha registrado en los últimos años, pues en lo que va de la administración del gobierno actual han sido pocos los casos que se han denunciado, ya que es común que los casos de violencia no siempre sean denunciados. “Si existiera algún maltrato, como a veces pudiera ser por parte de los hijos o familiares directos, en ocasiones no se denuncian, no los detectamos”, agrega Covarrubias. Por obvias razones, es muy difícil que un adulto mayor denuncie a su propio hijo o pariente directo, por lo que el director del DIF hace un llamado a la ciudadanía para denunciar estos casos.

Covarrubias comenta que gran parte de los adultos mayores que reciben en sus instalaciones son aquellos que de alguna manera, su condición de vida no es la más adecuada, “muchas veces no tienen pensión que les sustente una calidad de vida, que les permita tener manutención, por eso buscamos apoyarlos en el DIF con actividades productivas para ellos”, explica. Gran parte de los problemas psicológicos con los que vive el adulto mayor, ya sea por sí mismo o agredido por otra persona, es el sentimiento de que ya no es de utilidad, que ya no puede aportar nada tanto de manera personal como a los demás. Se llegan a sentir una carga para la familia, por lo que se debe buscar algún tipo de ayuda para animarlos para esto el DIF cuentan con programas, como el de Adulto Mayor Empacador Voluntario, con alrededor de 300 adultos mayores reclutados en los diferentes supermercados de la ciudad, en donde con lo que recaudan diariamente les ayuda a sustentarse y elevar un poco su calidad de vida. “Platicando con algunos de ellos nos han comentado que estos programas los alientan a tener una productividad, una terapia ocupacional y no sentirse una carga para la familia”, comenta el director.

El abandono como forma de violencia

Cesar Cerda Álvarez, psicólogo del Programa Adulto Mayor Empacador del DIF Torreón, comenta que los tipos de maltrato más comunes en los adultos son psicológico y económico, sin embargo, el que causa mayor indignación y problema es el abandono. Esto es muy común por parte de familiares de adultos mayores dentro de la Comarca Lagunera, “no los ve ni un solo familiar, nadie viene, y el DIF se hace cargo de ellos. Viven en casitas muy básicas y pretendemos darles alimentación, asistencia médica, medicamento cuando lo requieren, pañales, sillas de ruedas, etcétera, el apoyo que nosotros consideramos que requieren en el momento que lo solicitan”, explica el director del DIF. Cuando un anciano acude a pedir ayuda, primero se realiza una investigación donde realmente se compruebe que no recibe el apoyo necesario por parte de los familiares; en ese momento es cuando el DIF entra en acción como parte de la manutención para brindarles lo que requieren.

El psicólogo Cerda Álvarez comenta que entre más mayores sean las personas, la naturaleza del ser humano los lleva a perder ciertas funciones psicológicas, físicas y sociales. “En esta decadencia, los adultos mayores se vuelven dependientes, por lo tanto, más vulnerables al maltrato”, explica.

Apoyo para los mayores

Hay ocasiones en donde la familia si busca una manera de apoyar a sus adultos mayores, pero económicamente les resulta imposible. Cuando suceden este tipo de situaciones y necesitan de atención médica, de igual manera pueden acudir a las instalaciones del DIF, en donde posterior a una investigación, les podrán aportar apoyo de salud en caso de no estar afiliados a algún servicio.

A diferencia de otros tipos de violencia, en la del adulto mayor repercute de manera elevada el aspecto psicológico, más que el físico. En la mayoría de los casos, explica Covarrubias, el maltrato hacia los ancianos se da por parte de los hijos, quienes por el contrario, deberían estar al tanto de ellos. “Es importante hacerle saber a los adultos mayores que el Código Civil todavía establece que los hijos deben darle manutención ya una vez que son adultos mayores, por el simple hecho de ya ser vulnerables ante la situación de no poder producir como cuando eran jóvenes”, explica el director. Es una obligación del hijo de hacerse cargo del adulto mayor, y cuando esto no sucede, el DIF puede mandar un citatorio al familiar para platicar e investigar el porqué no se esta cumpliendo como se debe. “Esto habla de que tenemos que seguir trabajando y acrecentando el número de adultos mayores en el DIF para protegerlos”, agrega Covarrubias.

Asimismo, existen programas donde se les brinda apoyo a los adultos mayores con becas por parte del estado, como en el caso del programa Bienestar Integral al Adulto Mayor (BIDA) “se busca brindarles un aliciente, tal vez no les resuelva su situación de vida pero al menos los tomamos en cuenta e intentamos apoyarlos económicamente.” explica el director. Dicho apoyo se otorga a la persona que no tiene alguna pensión o padrón. Cualquier caso de violencia puede llegar a generar trastornos de ansiedad, en el sueño, fisiológicos, de alimentación, crisis depresivas, etcétera. “Las personas mayores se decaen ante el maltrato, se deprimen, y necesitan pasar por todo un proceso para recuperarse” explica la psicóloga Mejía, quien además recomienda en estos casos acudir a terapias psicológicas, ya sea con un profesional privado o bien, acudir al DIF para recibir atención de manera gratuita. “Los adultos mayores entran a un proceso donde aprenden a valorarse, reflexionar y hacerse consciente de su situación actual para así, determinar sus capacidades y alcances y hacer todo aquello que genere en ella actitudes positivas”, comenta Mejía.

Los ancianos y sus derechos

Los derechos de los seres humanos no disminuyen con la edad, por el contrario, existe una Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores de la cual, todos deben tener conocimiento y ser respetada. Estas normas los protegen y los colocan en un plano de igualdad con relación a quienes disfrutan de juventud o capacidad para realizar actividades que, por cuestión de edad y salud, puedan verse disminuidas para las personas mayores.

Dentro de estas normas, se especifican todos y cada uno de los derechos de los adultos mayores, como el contar con una vida con calidad, disfrutar plenamente sin discriminación, a llevar una vida libre sin violencia, al respetar su integridad física, psicoemocional y sexual, a la protección contra toda forma de explotación, recibir protección por parte de la familia, comunidad, sociedad, instituciones federales, estatales y municipales, atención jurídica, por mencionar sólo algunos.

El artículo 9 dice de la siguiente manera: “la familia de la persona adulta deberá cumplir su función social. De manera constante y permanente deberá velar por cada una de las personas adultas mayores que formen parte de ella, siendo responsable de proporcionar los satisfactorios necesarios para su atención y desarrollo integral”. Esto incluye otorgar alimentos, fomentar la convivencia donde la persona adulta mayor participe activamente y evitar que alguno de los integrantes de la familia cometa actos de discriminación, abuso, explotación, aislamiento, violencia, etcétera, que ponga el riesgo a su persona, bienes y derechos. Este punto es muy importante, pues como lo comentaba el ingeniero Covarrubias, gran parte de los adultos mayores ya no cuentan con las capacidades necesarias para lograr mantenerse y llevar una vida plena, por lo que es función de sus familiares el apoyarlos.

El director del DIF comenta que se sabe que no todos los adultos mayores ejercen sus derechos como deberían, o no tienen la posibilidad de hacerlo, por lo que se busca ayudarlos de la manera más eficiente cuando no hay familia que les proporcione las necesidades básicas. “Puede haber adultos mayores de 80 años con una vitalidad y ganas de salir adelante muy grandes, así como de 60 con una salud ya muy precaria, por lo que intentamos darles el apoyo que necesitan dependiendo de su situación tanto de salud como económica”, agrega.

¡Más deporte!

Una excelente forma de mantener a los adultos mayores contentos y a la vez, cuidar su salud física y mental es a través de diferentes actividades deportivas y recreativas. El ingeniero Covarrubias comenta que en el DIF Torreón cuentan con diferentes actividades exclusivas para ellos para mantenerlos activos y de alguna manera generarles una mejor calidad de vida.

En las instalaciones del DIF se llevan acabo diferentes deportes como cachibol, basquetbol, natación, beisbol, atletismo y actividades como tai chi. Cualquier adulto mayor puede formar parte de estas actividades, e incluso, si no existiera alguna de la que estuvieran interesados, entre ellos mismos se pueden organizar y realizar una propuesta para llevarla a cabo y el DIF les brindaría el apoyo necesario, por ejemplo, con un instructor. En cuanto a actividades culturales, Covarrubias comenta que se organizan bailes regionales prehispánicos donde los adultos mayores pueden bailar; también organizan de rock and roll, cha cha cha, canto, poesía, declamación, ajedrez, etcétera. “Son un sinfín de actividades las que realizamos y el adulto mayor lo sabe. Son más de 600 personas las que tenemos cautivas en este tipo de actividades, y si sumamos las del Adulto Mayor Empacador estamos hablando de una cantidad aproximada de dos mil personas”, agrega el director.

COMBATE LOS ESTEREOTIPOS

En el año 2012, la Organización Mundial de la Salud dedicó el Día Mundial de la Salud a los ancianos, publicando en su página web una serie de estereotipos sobre los adultos mayores con los que aún vive mucha gente.

1. Están “caducas”: La mayoría de las personas conserva sus facultades mentales y capacidad de aprender hasta muy avanzada edad, a pesar de estudios realizados que dicen que con la edad la capacidad de atención y proceso de información se ven deteriorados. No hay que olvidar que las personas mayores han ganado experiencia, la cual es de gran ayuda para las nuevas generaciones.

2. No sirven: Porque la edad no te vuelve incapaz de actuar en situaciones de riesgo. Un claro ejemplo es el que se registró durante el tsunami en Japón en el 2011, donde personas mayores y jubiladas de presentaron en la central nuclear como voluntarios ¡Querer es poder! A cualquier edad.

3. Terminan seniles: La pérdida de memoria no es exclusiva de la vejez, pues los lapsos ocasionales de memoria ocurren a cualquier edad. Muchas de las personas mayores son capaces de gestionar sus propias cuentas y organizar su vida cotidiana.

4. No merecen cuidados médicos: Muchos adultos mayores no son atendidos de la manera correcta debido a que se dice que sus enfermedades y dolencias son parte de la vejez. El derecho a la salud no debe ser mermado por la edad y la vejez no tiene por qué ser sinónimo de sufrimiento.

Lugares de apoyo a adultos mayores

Gran parte de la población de adultos mayores del país sufren algún tipo de violencia o abandono, y se ha luchado para lograr otorgarles una mejor calidad de vida por medio de asociaciones civiles o asilos. El director general del DIF Torreón, Guillermo Covarrubias, comenta que son alrededor de 6 los organismos de la sociedad civil que ellos apoyan, y pocos de ellos son asistenciales, es decir, en su mayoría las personas no viven ahí. En algunos de ellos se les brinda apoyo en alimentación, salud, vestimenta, artículos personales, etcétera. En los asilos llegan a tener entre 115 y 120 ancianos, haciendo muy complicada la entrada de nuevos adultos mayores a sus instalaciones.

“Es importante hacerle saber a los adultos mayores que el Código Civil todavía establece que los hijos deben darle manutención ya una vez que son adultos mayores, por el simple hecho de ya ser vulnerables ante la situación de no poder producir como cuando eran jóvenes”.