Pedro Rodríguez intenta pasar entre dos defensores del Valladolid durante el partido de ayer. (AP)
En uno de sus peores partidos de la temporada, el Barcelona dobló ayer la rodilla en cancha del Valladolid, donde perdió por 1-0 y cedió buena parte de sus opciones de revalidar su título de campeón de la liga española, que transitoriamente lidera el Atlético de Madrid.
Tercer clasificado por la fecha 27 con 63 puntos, uno menos que el equipo rojiblanco y el Real Madrid, al Barza le restan aún 11 jornadas para remontar la desventaja.
Pero el Madrid podría retomar la punta con un triunfo hoy domingo contra el Levante y ampliar así a la diferencia respecto a los azulgranas a cuatro puntos; con lo que el equipo dirigido por el argentino Gerardo Martino ya no dependería de sí mismo aunque ganara el clásico dentro de dos semanas en feudo merengue.
Conocedor del traspié barcelonista, el Atlético del también argentino Diego Simeone no falló en su visita al Celta de Vigo, al que derrotó 2-0 con goles de David Villa a los 62 y 64 minutos.
"En este final de liga, los equipos no juegan como al principio. Estos partidos tienen trampa", dijo Simeone sobre el tropiezo de su rival.
Con su derrota ante el Valladolid, que hizo valer un solitario gol de Fausto Rossi (17) para sumar apenas su quinta victoria del torneo, el Barza cedió puntos por quinta ocasión en las últimas nueve fechas y presenta balance de dos victorias, dos empates y tres derrotas en sus siete salidas ligueras más recientes.
"Los problemas han sido diferentes en las tres. Hoy no hemos jugado un buen partido. No estamos en nuestra mejor versión. Faltaron ideas, profundidad y desborde, pero no tensión, ni intensidad, ni actitud. Nos ganó la impotencia", declaró en tono serio Martino después del revés. "Estoy preocupado porque ahora se define la liga. Mientras las matemáticas nos den posibilidades vamos a seguir peleando. Aunque hubiéramos ganado, necesitaríamos la victoria en Madrid".