La cadena se tensó y se reventó por el eslabón más débil... pero también el más importante. La entrega y posterior encarcelamiento en Texas de Javier Villarreal, tesorero del Estado cuando Humberto Moreira era gobernador, marca un punto de quiebre en el caso irresoluto de la deuda de Coahuila. Lo que declare el exfuncionario a las autoridades estadounidenses podría cambiar de manera radical el escenario político de la entidad como lo conocemos desde hace casi una década.
Javier Villarreal fue el encargado de manejar las finanzas públicas de Coahuila de 2008 a 2011, periodo en el que la deuda estatal se multiplicó, hasta ahora de forma injustificable, 75 veces al pasar de 486.9 millones a 36 mil 509.6 millones de pesos. Esto en sólo tres años. Hoy, quien fuera uno de los funcionarios más importantes del sexenio pasado, enfrenta una causa penal en Estados Unidos por lavado de dinero, fraude bancario y narcotráfico. En México, en donde contrario a lo que ocurre del otro lado del río Bravo, las investigaciones avanzan a milímetros, le esperan cargos por falsificación de documentos y simulación de actos jurídicos para contratar créditos.
Pero Villarreal, oriundo de Tamaulipas, no llegó solo a convertirse en el encargado de las arcas públicas de la entidad y no es el único responsable de la deuda. Su jefe, el exgobernador Moreira, no sólo lo puso al frente de la Secretaría de Finanzas sino que le dio un enorme poder al colocarlo al frente del Servicio de Administración Tributaria del Estado de Coahuila, oficina por la que entraban y salían todos los dineros del erario. Ya en esa posición, el extesorero tuvo bajo su cargo a decenas funcionarios y estableció vínculos laborales con responsables de otras dependencias, algunos de los cuales continúan en el servicio público. La hipótesis de que actuó en solitario y en medio de la ignorancia absoluta de sus allegados y de, incluso, exfuncionarios de la Secretaría de Hacienda, se antoja inverosímil.
Por otra parte, 26 de los 31 diputados de la LVIII Legislatura del Congreso de Coahuila dieron su aval para que, a pesar de las irregularidades detectadas en su contratación y la falta de documentos que justifiquen el destino de 18 mil millones de pesos, la deuda fuera legalizada y reestructurada, condenando a los contribuyentes a pagar durante 20 años créditos cuyo beneficio real ha sido cuestionado por la Auditoría Superior del Estado. La mayoría de esos exlegisladores locales siguen también en el servicio público, ya sea en el gobierno federal, el estatal o el municipal. Algunos, incluso, quieren volver a ser diputados.
Por eso, luego de la entrega de Javier Villarreal a las autoridades estadounidenses, vale la pregunta ¿cuál será la siguiente pieza del tablero de ajedrez en caer? Por lo pronto, el exgobernador interino, Jorge Torres López, sigue en calidad de prófugo de la justicia por la misma causa penal que enfrenta Villarreal en Texas. Y, mientras tanto, ¿qué hacen las autoridades mexicanas?