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DESTRUIR LAS ACCIONES CIUDADANAS

LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ

Un gobierno que persigue la inteligencia, busca destruir o al menos minimizar las labores ciudadanas; y las sustituye por acciones autocráticas que son siempre corruptas e ineficientes, es un auténtico ejemplo de despotismo.

A fines del año pasado, ya electo como presidente municipal, Miguel Ángel Riquelme expresó con fuerte voz y su típica actitud bronca, a un grupo de ambientalistas, que a él no lo iban a "opacar" que él no se iba a dejar "intimidar"; todo ello en relación a que el grupo ciudadano "Laguna yo te quiero…" había anunciado que su próxima acción en bien de la ciudad iba a ser el forestarla, con el apoyo, como en octubre había sucedido en el ámbito de la limpieza, de varias decenas de miles de ciudadanos libres.

A pocos días de haber asumido la presidencia municipal, Riquelme empezó a cumplir su amenazante promesa =Ojalá y cumpliese las de campaña en bien de la comunidad torreonense= ordenó la plantación de 30,000 arbolitos, ello para "anticiparse" y opacar las futuras acciones de las organizaciones de la sociedad civil; acción que fue un rotundo fracaso, como lo expresé en esos instantes en un programa radiofónico, toda vez que dichos arbolitos nacían huérfanos, sin quien les diera seguimiento a su tierna e incipiente vida; no porque los hubiese plantado en una actitud provocativa la autoridad municipal.

El objetivo claro de las intimidatorias palabras del edil, era eliminar ese ámbito popular que, como piedra en el zapato, le causaba escozor en su actitud de tirano primerizo; olvidó de plano que los espacios ciudadanos deben respetarse; los vecinos que buscan reforestar no están compitiendo a ver quien siembra más árboles, sino que se busca crear conciencia civil y entender que, cuando los residentes de la urbe realizan labor social, están participando por el bien de su comunidad y que en cambio, para el Ayuntamiento, esa es su chamba, por eso cobra y cobra bastante bien,

Poco después, a nivel de estado, nuevamente surgió esa verde envidia, que no es "Te quiero verde por mí ciudad, por mi pueblo; sino "verde" como mi color de envidia por las acciones ciudadanas" y se anunció la plantación de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL ÁRBOLES en Torreón; y para ello se usó a sus títeres sindicales; por lo visto se perdió la proporción y se olvidó que las plantas son seres vivos, que sienten y sufren, pero al gobernante sólo le interesa su figura política y trataba de competir como los niños mentirosos que dicen que tu papá es Batman, pero el mío es Superman. Por lo tanto, se pueden cometer homicidios en plantas y personas sin importar nada, sólo la imagen pública. ¿Y el agua, apá? ¿Y los cuidadores y jardineros?: ¿Llegarán también por decreto?

Estas actitudes me recuerdan la famosa novela "1984" de George Orwell, quien imagina un país donde el Totalitarismo Gubernamental ocupa toda la humana superficie e impide que los ciudadanos piensen o actúen por criterio propio; el estado lo es todo; el " Gran Hermano" (Y no es alusión directa a la realidad de hoy Coahuila, así se llama en la novela), es quien tiene dominio sobre todas las personas, sobre sus mentes e incluso, sobre su intimidad, no solamente de los funcionarios del estado, sino de los ciudadanos comunes y corrientes; estableciendo decretos y leyes dictatoriales, obligando a personas y empresas a seguir sus caprichos; (nada referente a leyes sobre desaparecidos).

Hace casi 2,600 años, el profeta Ezequiel ya tenía una visión de los políticos mexicanos, =por ello era profeta=, al denunciar en el capítulo 34, versículos 8 a 11 lo siguiente:

=Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: 'Mi rebaño ha sido expuesto al pillaje y se ha convertido en presa de todos los animales salvajes por falta de pastor; pues mis pastores no se preocupan por mi rebaño; se apacientan a sí mismos y no apacientan a mi rebaño'.

Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: 'Lo juro por mi vida: Me voy a enfrentar a los pastores para reclamarles mis ovejas y destituirlos de su cargo. Los pastores ya no volverán a apacentarse a sí mismos. Les arrancaré mis ovejas de la boca y no se las volverán a comer'. Esto dice el Señor: 'Yo mismo buscaré a mis ovejas y las cuidaré' =.

Una realidad es que en México la corrupción nace, crece, se reproduce, pero no muere; sino que, como las epidemias más malévolas, se transforma y resurge en más personas, en especial, en los políticos de cualquier corriente ideológica.

El gran temor de los políticos a permitir la participación ciudadana es que van a ser vigilados de cerca y, ello impedirá que se enriquezcan de la manera vil y vulgar como hoy lo hacen. Los ciudadanos libres buscaríamos impedir los latrocinios de que somos víctimas cada día por nuestros gobernantes que, sin medir consecuencias, se apoderan de los recursos de la ciudad, del estado y del país para beneficio propio, partiendo de la falsa premisa de que son ellos los dueños de México, olvidándose de que son "simples mandaderos" del pueblo al que ultrajan, inclusive, creando leyes de transparencia inaplicables como recientemente sucedió en Coahuila, resultan más una burla a la inteligencia popular que, incluso, un recurso demagógico.

Impedir la participación ciudadana tiene más tintes de intereses personales que políticos; ardor realizado por la mayoría de los gobernantes, vengan del partido que vengan y sean de cualquier corriente ideológica.

luis.vazquez@itesm.mx

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