Pocos pacientes. Sólo el siete por ciento del dinero que ingresa es por las atenciones médicas diarias.
Luces apagadas y camas vacías forman parte del panorama general del Hospital Infantil Universitario en la ciudad de Torreón, un sitio que desde hace varios años opera con diversas carencias administrativas y económicas.
La falta de ingresos por atenciones médicas y el incumplimiento de apoyos de las autoridades han llevado a la administración del hospital a tomar medidas de austeridad, algunas estimaciones en los últimos meses apuntan a que sólo el siete por ciento de los ingresos totales del nosocomio corresponden a las propias atenciones médicas.
La situación se ve reflejada en el área de camas de la segunda planta, al entrar a la zona se pueden observar dos hileras de camas vacías, en el centro se encuentra un cubículo de abastecimientos donde sólo hay una enfermera esperando a que su turno termine, "ayer salió el último paciente, nada más en tiempo de frío es cuando nos llega un poco más de trabajo, ahorita nada más nos queda estar al pendiente y apoyar otras áreas", dice la trabajadora mientras cierra algunas cortinas.
"Por amor al arte"
Una de las pocas áreas del hospital donde constantemente hay trabajo es en urgencias, en la habitación principal hay un grupo de personas que esperan ser atendidas por los médicos que se encuentran en turno, algunos de ellos ganan alrededor de cuatro mil pesos al mes, "sólo les alcanza para pagar su gasolina, lo hacen por amor al arte, por vocación", dice el contador del hospital René Javier Rodríguez.
El contador además admite que algunas atenciones se tienen que otorgar de forma gratuita a quienes las solicitan, pues a veces la gente no tiene ni para comer, "no les puedes negar la ayuda, es nuestra responsabilidad".
Expectativa
El Hospital Infantil se encuentra a la espera de recibir recursos correspondientes al pago de servicios catastróficos otorgados a través del Seguro Popular.