Toluca le hizo daño a Veracruz en jugadas a balón parado; el capitán paraguayo Paulo da Silva remató de cabeza para el 2-1, al 71. (Jam Media)
Polémico, con el trinche entre los dientes, el diablo choricero suma de a tres, gracias a un oportuno cabezazo de Paulo da Silva y a un gol jarocho que el árbitro César Arturo Ramos no logra ver.
Lo que habría sido un sorpresivo éxito del tiburón rojo, la historia cambia al extremo de sonreírle al Toluca, que, afortunado, se impone 2-1 en el Nemesio Díez y asciende entonces al séptimo escalón general con 11 unidades.
Del otro lado, el doloroso tropiezo derrumba al Veracruz hasta el decimocuarto sitio, con apenas 7 puntos, además de ocupar el antepenúltimo asiento en la tabla porcentual.
No cabe duda que el Veracruz no merecía perder. Cuando el partido se encontraba 1-1, el árbitro no pudo apreciar que el balón se coló entre las piernas del portero toluqueño Liborio Sánchez y rebasó entonces la línea de meta. Sin embargo, vivo, el guardameta logra arrastrar el balón, que se le había quedado entre los tobillos, hasta sentarse en el esférico, por lo que era complicado para cualquier silbante decretar la anotación jarocha.
La contienda favorece de inicio al cuadro anfitrión, que sobre el minuto 14, Jordan Silva cabecea para liquidar a Melitón Hernández.
Mas el cuadro visitante ofrece una gran actuación de coraje y al minuto 33 logra un meritorio empate en una acción a balón parado. Por conducto del colombiano Cristian Martínez.
Al minuto 71, en una acción a balón parado, Paulo da Silva logra cabecear y coloca su remate en el ángulo superior izquierdo del guardameta Melitón Hernández, quien se queda congelado.
