Diagnóstico: clave contra el cáncer de mama

Esta enfermedad ha sido definida por los especialistas como cualquier crecimiento inusual en las células malignas del tejido mamario. El cáncer de mama afecta de diferentes formas a cada vez más mujeres en el mundo.

Ante este escenario, la comunidad médica ha emprendido una lucha frontal contra este padecimiento, siendo una de las principales herramientas el «diagnóstico temprano», etapa en la que se conocerán los detalles del cáncer y se definirá la forma de atacarlo.

Cristina tenía más de cincuenta años llevando una vida relativamente saludable, realizaba ejercicio regularmente y no contaba con ninguna enfermedad crónico-degenerativa, sin embargo, una tarde tocó uno de sus senos al salir de bañarse y notó un pequeño bulto inusual, luego de acudir con el médico fue diagnosticada con cáncer de mama, el cual debía ser atendido de inmediato.

Al igual que Cristina, millones de mujeres en el mundo han pasado por una situación similar. La aparición del cáncer de mama sigue siendo uno de los principales aspectos de investigación científica. Hasta ahora se sabe que existen algunos factores que favorecen su desarrollo, tales como las menstruaciones tempranas, edad tardía al dar a luz por primera vez, no haber tenido hijos, antecedentes de familiares con cáncer y el consumo de hormonas. Aun así, todos los casos son diferentes y deben ser tratados de manera específica.

EL DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de cáncer de mama es el proceso mediante el cual se puede conocer si el paciente realmente presenta esta enfermedad, así como su avance actual en el organismo. A partir de ahí, se trabaja en el diseño de una estrategia para iniciar un tratamiento o tomar cualquier decisión.

Dentro de las principales herramientas para la detección y diagnóstico del cáncer de mama se encuentra la más sencilla de todas: la autoexploración, acto que no requiere de otra cosa más que tocarse regularmente la zona mamaria para saber si algo ha cambiado en los últimos meses, principalmente en aspectos como el tamaño de los senos (que se observen simétricos), la textura de la piel, el color, la sensación al tacto (si arde o duele en algún punto) o si sale algún líquido de los pezones.

A pesar de que la autoexploración puede representar una práctica rutinaria para muchas mujeres, para otras no es así. Ya sea por motivos culturales, religiosos o hasta personales, algunas mujeres prefieren no tocar sus pechos regularmente, lo cual permite que, en caso de que lo padezcan, este tipo de cáncer no sea identificado y se desarrolle hasta llegar a etapas en que ninguna solución médica resulta útil.

Los sectores de salud en todo el mundo han diseñado diversos manuales y estrategias para la autoexploración. También se ha difundido su importancia como herramienta elemental de diagnóstico temprano, la cual está ayudando a salvar millones de vidas todos los días. Sin embargo, no es la herramienta más eficaz para detectar esta enfermedad.

LA MASTOGRAFÍA

La también llamada mamografía es el mejor instrumento de diagnóstico de cáncer de mama que existe. Se define como una especie de radiografía capaz de detectar lesiones en el tejido mamario, incluso en etapas imperceptibles para la autoexploración u otros estudios.

Además, permite detectar el cáncer cuando todavía no se ha diseminado a los ganglios, tejido muscular y otros órganos del cuerpo, lo cual otorga un margen de tiempo mayor a los especialistas, para atender la enfermedad y mejorar el pronóstico de los meses y años siguientes.

Cuando una mastografía es aplicada en el momento preciso, puede ayudar a que los médicos utilicen tratamientos menos agresivos e invasivos, tales como la extirpación de una mama o la aplicación de quimioterapias a niveles más amplios.

La realización de este procedimiento médico no produce ningún dolor y tampoco utiliza niveles altos de radiación, por lo que es completamente seguro. Asimismo, puede llevarse a cabo en cualquier centro médico, ya sea de forma gratuita o con bajo costo, y se encuentra recomendado para mujeres de todas las edades de forma periódica.

TIPOS DE TUMORES

Una vez que el cáncer de mama ha sido detectado, existen diversos escenarios a los que una mujer puede enfrentarse. Los diagnósticos podrán variar dependiendo del tipo de cáncer. Algunos médicos han optado por categorizar los tumores en dos tipos básicos, los invasivos y los no invasivos, sin embargo, conviene revisar las clasificaciones más comunes.

• Carcinoma ductal in situ: se refiere a todas las alteraciones o tumores que pueden detectarse dentro del mismo conducto lácteo de las mamas. Las células afectadas solamente quedan dentro de «un sitio» (de ahí su nombre), que puede ser tratado sin necesidad de extirpar o aplicar radiación de manera fuerte, en caso de que sea detectado a tiempo.

• Carcinoma lobular: es una alteración similar a la ductal, sólo que se ubica en los lobulillos de la mama; de igual forma, permanece en el sitio sin extenderse a otros órganos o áreas. Puede ser tratado de forma similar al ductal.

• Carcinoma ductal invasivo: es el tipo de cáncer de mama más frecuente, comienza en una zona específica como el conducto lácteo, y con el paso del tiempo se va extendiendo a otras partes con tejido normal. Puede ser detectado a tiempo y evitar la extirpación completa de las mamas. En otros casos, se necesita retirar todo el tejido afectado y aplicar tratamientos de radiación controlada.

Por otra parte, hay casos en los que se diagnostican dos tipos diferentes de cáncer, es decir, hay zonas en las que el cáncer es invasivo y otras donde no lo es; sin embargo, el tratamiento será igual que si sólo se tratara de un tipo de cáncer invasivo.

Incluso, existe la posibilidad de que los hombres también desarrollen cáncer de mama. Generalmente ocurre cuando existen desajustes hormonales que favorecen la aparición de estas células; en la mayoría de los casos se trata de carcinomas ductales invasivos, y ellos reciben el mismo tratamiento que las mujeres. No obstante, estos casos representan menos del uno por ciento de los registros de cáncer de mama a nivel internacional.

TRATAMIENTO

Todas las decisiones respecto al tratamiento del cáncer de mama deben ser tomadas entre el especialista y el paciente. También existen departamentos psicológicos que apoyan a quienes sufren estos padecimientos, con el fin de evitar episodios traumáticos y asimilar de la mejor manera posible las acciones que se realizarán tanto en el plano médico como en el personal.

Una vez que el cáncer de mama ha sido tratado y controlado, se deben seguir de forma permanente los esquemas de alimentación, revisión y cuidados que los especialistas indiquen. De la misma forma, hay que realizar revisiones completas, para detectar posibles resurgimientos de células malignas en otras zonas.

“La vida no será la misma, pero al final de cuentas sigue siendo vida, y eso es lo más valioso que tenemos. Afortunadamente, cada vez hay mayor difusión del tema, lo cual ha permitido salvar a más mujeres a través de tratamientos modernos y seguros. Esperemos que algún día no haya más mortalidad por esta enfermedad en el mundo”, señala el doctor Luis Carlos Valdéz.

En el plano personal y psicológico cambiará la dinámica. En algunos casos los médicos prohíben alimentos o rutinas diarias de actividad, no obstante, la posibilidad de lograr tener una vida plena y satisfactoria siempre existirá. El apoyo de la familia y los seres allegados al paciente, serán clave para superar las adversidades que acarrea el cáncer de mama.

Correo-e: riturriaga@elsiglodetorreon.com.mx