Debido a la complejidad de esta enfermedad no se vislumbra una alternativa terapéutica para prevenirla, por lo cual una dieta balanceada y el ejercicio continuarán siendo la mejor opción. (ARCHIVO)
Si bien la medicina genómica contribuirá a la curación de algunas enfermedades, otras como la diabetes no podrán beneficiarse con esta tecnología, debido a que en su desarrollo existe una combinación diferente de genes en cada individuo, de ahí que las únicas alternativas para prevenirla seguirán siendo el ejercicio y una dieta baja en carbohidratos.
Y es que en la diabetes, además de ser una enfermedad poligénica, se suman a ella cuestiones étnicas, pues se ha identificado que la población mexicana tiene más riesgo de desarrollarla que otros pueblos del mundo.
En la actualidad el cinco por ciento de la población padece diabetes, tercera causa de muerte en nuestro país.
La diabetes es un trastorno crónico del metabolismo de los carbohidratos caracterizado por el aumento del azúcar en la sangre; este problema se debe a la deficiencia relativa o absoluta de insulina.
Entre los factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad se encuentran el hereditario, la obesidad, la hipertensión arterial y la presencia de triglicéridos altos.
La diabetes de tipo II - la más frecuente en nuestro país pues del total de los casos registrados el 90 por ciento son de este tipo- se presenta en personas mayores de 40 años. Sin embargo, en los últimos años la tendencia ha cambiado y actualmente jóvenes de 20 años presentan esta enfermedad.
Lo anterior se debe principalmente a factores ambientales, aunado a la mala alimentación y al sedentarismo. Ante esta situación se recomienda a la población joven que en el caso de tener antecedentes familiares de diabetes se practiquen la prueba cada tres años.
Quienes están ya enfermos deben atenderse en forma integral para su control y evitar complicaciones como son problemas renales, glaucoma diabético (primera causa de ceguera en México), nauropatía (cambios que sufren los nervios y provocan úlceras que de ser graves pueden llevar a una amputación) y enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Debe recordarse que debido a la complejidad de esta enfermedad no se vislumbra una alternativa terapéutica para prevenirla, por lo cual una dieta balanceada y el ejercicio continuarán siendo la mejor opción.
