Su muerte (del padre Gregorio) lastima a los fieles sobre todo por la manera 'tan cobarde que le quitaron la vida', apuntó Rafael López Solís. (ESPECIAL)
La Diócesis de Torreón se une al llamado de justicia que hace la Diócesis de ciudad Altamirano en Guerrero, sobre el asesinato del sacerdote Gregorio López Gorostieta, quien desapareció desde el 21 de diciembre y fuera encontrado este 25 de diciembre con un tiro en la cabeza. Piden se aclare la muerte del presbítero así como de cientos de personas que han muerto en el estado de Guerrero.
"Sabemos que vivimos momentos de violencia y a pesar de tanta vigilancia, aún siguen sucediendo casos trágicos que consternan al pueblo de Dios", reza el comunicado del obispo Maximino Martínez, de ciudad Altamirano.
A nombre de la Diócesis de Torreón, Rafael López Rafael López, director del periódico diocesano Buena Nueva, lamenta lo sucedido y "como iglesia diocesana nos unimos en oración y nos solidarizamos con nuestros hermanos" reprobamos los hechos violentos", dice y agrega que su muerte lastima a los fieles sobre todo por la manera "tan cobarde que le quitaron la vida".