Plácido Domingo, dirigió este miércoles la Cumbre Internacional sobre la Propiedad Intelectual que se celebró en Londres. (Archivo)
Internacional de la Industria Fonográfica, Plácido Domingo, dirigió este miércoles la Cumbre Internacional sobre la Propiedad Intelectual que se celebró en Londres.
Dentro de su discurso, habló sobre la importancia de la elaboración de políticas y protección para los derechos de los autores sobre todo en un mundo que cada vez evoluciona cada vez más hacia las tecnologías digitales.
"Durante toda mi vida el negocio de la música ha pasado por un enorme cambio tecnológico. Al inicio de mi carrera mis grabaciones solo estaban disponibles en versiones LP y cintas de música; hoy llegan al público de todo el mundo mediante numerosas plataformas distintas de música digital", apuntó.
Asimismo, destacó tres importantes desafíos a los cuales se debe atender; como garantizar una retribución justa por medio de Internet conforme a la ley o la colaboración de empresas como motores de búsqueda para mantener la cultura y generar una supervivencia entre los artistas.
"Hay una visión, en mi opinión errónea, de que los derechos de propiedad intelectual del mundo digital importan menos que los del mundo físico. Y claramente no es así. De hecho, estos derechos deben protegerse con el mismo ímpetu, si no más, en Internet. Son los derechos de propiedad intelectual los que garantizan que Internet pueda ser una fuente de contenido cultural y creativo, los que han facilitado que la industria de la música se adapte a los cambios tecnológicos y los que impiden que Internet sea tan solo cables y dispositivos sin contenido artístico ni creativo", argumentó.
Por último, instó a los distintos gobiernos a seguir los pasos para trabajar conjuntamente con él, que representa a la comunidad artística con una trayectoria reconocida internacionalmente y que optimistamente espera sea el mismo caso de muchos jóvenes que inician una carrera.
"De vez en cuando me reúno con ministros y jefes de Estado. Pienso que los gobiernos más capacitados entenderán que unos derechos de propiedad intelectual sólidos y correctamente aplicados conducen a la riqueza cultural y a la prosperidad económica”. Y afirmo “esto porque lo creo con total convencimiento".