Discapacidad. Se ganan la vida vendiendo bisutería con la finalidad de juntar dinero para su rehabilitación.
María del Carmen Hernández Ibarra, una persona de la tercera edad que tiene discapacidad y se dedica a vender collares, aretes y pulseras en uno de los stands, dice que ha sufrido discriminación en el paseo DominGómez por parte de los organizadores del evento.
Y es que domingos atrás solicitó un par de toldos para que le ayudaran a protegerse de las altas temperaturas en la región, sin embargo, la respuesta fue nula.
"La necesidad es la que nos tiene aquí, pedimos toldos a los organizadores, pero no nos hicieron caso, incluso nosotras los solicitamos antes que otras personas y a ellos se los pusieron primero", dijo la vendedora.
REHABILITACIÓN
"Carmelita", como la llaman sus amigas, dijo que una vez al mes vende los artículos que elabora y que el dinero que obtienen lo utiliza para pagar todas sus terapias.