Disqueras sobreviven a la crisis
Ante el incremento de las descargas digitales de música, las casas discográficas buscan nuevas estrategias para sobrevivir, pues la sola venta de álbumes ya no es negocio, afirmó Rossy Pérez Navarro.
"El negocio no está en vender discos, sino en vender los espectáculos del cantante, por eso, hoy en día, a través de los contratos las compañías estipulan también ser los managers, porque de lo contrario, no obtienen un margen de recuperación", explicó la directora general del sello independiente Consecuencias.
La carrera de Rossy Pérez inició en 1978 en Novedades Editores y en 1981 ingresó como promotora en Discos Cisne Raff que tenía en su elenco al cantante Napoleón, a grupos como Three Souls in My Mind y Menudo.
Para el año siguiente, la División Discos Televisa adquirió Cisne Raff sumándolo a sus sellos Discos Melody y Discos América, para los que ella fue nombrada gerente de prensa.
En aquel tiempo, la estructura de una compañía disquera era compacta, dijo. La integraban un director general, un gerente de promoción radio, jefe de prensa, jefe de televisión y gerente de ventas.
En la actualidad existe un esquema de presidente, vicepresidente, director de marketing, director artístico, director de ventas, label manager, jefe de prensa y asistente, entre otros. Todos en busca de posicionar su producto.
En la década de los 80, la certificación de Disco de Oro se entregaba por 150 mil copias vendidas de un álbum. Artistas del sello Melody como Timbiriche, Flans, Menudo, Fresas con Crema, Amanda Miguel, Chamos, Diego Verdaguer y Lucerito, entre otros, superaban sin problemas la meta.
En 2014, el Disco de Oro se entrega a las 30 mil copias vendidas, de Platino por 60 mil y Diamante con 100 copias colocadas.
"Antes era otro tipo de mercado, ni siquiera existía el fax. Los medios de comunicación para difundir a un artista eran realmente muy diferentes, todo se concentraba en la radio y dependías de la llamada del radioescucha y de sus votos para posicionar a un cantante en el primer lugar. Hoy en día eso se transformó en redes sociales", comentó Rossy Pérez.
CAMBIAN LA MANERA DE VENDER DISCOS
Las estrategias cambian, aseguró, y la mentalidad que tienen los promotores como ella, no es que sea mejor o peor, sólo es diferente.
"Yo me acostumbré a desempacar el disco, a llevarlo a la radio y a la televisión y viajar por la República a presentarlo. Así se dio a conocer Flans y era una competencia total porque en esa época también triunfaba Timbiriche, pero al mes de su lanzamiento ellas estaban en el primer lugar de popularidad y recibiendo Disco de Oro".
El grupo Flans, integrado por Ilse, Ivonne y Mimí, se dio a conocer el 6 de octubre de 1985 mediante el desaparecido programa Siempre en domingo.
"El sismo que devastó a la Ciudad de México tenía pocos días de haber ocurrido, y quienes estábamos detrás de ellas dudábamos si era oportuno o irrespetuoso lanzarlas. Yo voté por un sí, pues necesitábamos distraernos. El entretenimiento siempre ha sido una opción ante situaciones tan difíciles como esa".
Fue así que inició una fuerte campaña de promoción. El disco homónimo que incluía temas como Bazar y No controles, se vendía como pan caliente y aunque hoy en día el público adquiera muy poco el material musical físico, la ejecutiva consideró que la música nunca morirá.
"Quizá el disco sí, pero la música jamás, sería algo muy absurdo. La forma de vender ha cambiado y seguirá ocurriendo por lo que tendremos que inventarnos nuevas cosas", señaló la fundadora de Consecuencias, agencia de posicionamiento de Imagen en medios de comunicación en México, constituida en noviembre de 1990.
"Antes no existía la FM (Frecuencia Modulada), después era como ver Cablevisión, pues en esa época se escuchaba únicamente la AM (Amplitud Modulada) con Radio Variedades, Radio Mil y Radio Felicidad, por ejemplo.
"Ahora es diferente porque desde tu teléfono, gracias al Internet, puedes sintonizar una estación de Rusia o de Francia".
Los avances tecnológicos han propiciado que la gente compre música a través de otros medios y ya no el disco compacto.
"Ahora te metes a YouTube y escuchas lo que quieres, si te gusta, lo bajas de un programa pagado o gratis y lo guardas en tu computadora, no hay necesidad de comprar el disco. Sin embargo, también existen los melómanos que lo buscan o quienes se interesan por conocerlo.
"En Consecuencias propusimos un disco diferente con Susana Zabaleta mediante La sensatez y la cordura, pues venía en una lata, con su libro y excelente arte fotográfico. Es una estrategia costosa, pero nos hemos dado ese lujo para seguir vendiendo discos", sostuvo.
Y a su vez, añadió, "representamos a nuestros artistas", entre los que también destaca Mauricio Martínez, protagonista del musical La fierecilla tomada y quien actualmente promueve su disco Lado B.
"En 1993, cuando manejé a Luis Miguel con su disco Aries (que vendió cinco millones de copias), una de las misiones era hacer que el público comprara CD's y que se olvidara del cassette. Lo mismo ocurría con Paulina Rubio, quien en 1992 se lanzaba como 'La Chica Dorada'", recordó.
Entre los mayores éxitos de Rossy Pérez como promotora están los discos Timbiriche VIII y IX (1988) que surgieron al no llegar a un acuerdo de temas entre los productores Memo Méndez Guiú y Marco Flores.
"Fue un verdadero reventón, se vendieron más de dos millones de copias, lo cual fue fantástico, sobre todo porque en ese tiempo estaba vigente el 'Rock en tu idioma', pero lo importante en aquel entonces es que para vender discos había que crear artistas y Timbiriche lo fue lo mismo que Juan Gabriel y José José".
El artista vendía por sí solo
Antes, aseguró, "la gente decía: 'disco que José José, Rocío Dúrcal, Camilo Sesto o Juan Gabriel graben, lo voy a comprar porque son grandes artistas y lo mismo ocurría con Lucía Méndez, pese a no ser una gran cantante, pero sí una gran vendedora de discos que se convirtió en fenómeno social".
Pérez opinó que las disqueras ahora se convirtieron en creadoras de éxitos radiales y la gente compra temas como Aserejé sin saber quiénes lo cantan, pues ¿quién se acuerda ahora de sus intérpretes?"
Nicho Hinojosa, dijo, fue un fenómeno. "Surgió en 1993 cuando decían que la industria estaba deprimida, pues ya no se vendían muchos discos y él llegó con un álbum grabado en la recámara de su casa y con puros éxitos de todo el mundo.
"Fue un trabajo mal hecho, sin temas nuevos. Él no era el gran cantante ni el más guapo, ni el mejor vestido, pero fue un éxito por la nostalgia del cover que mueve emociones".
Pese a la desaparición cada vez más frecuente de disqueras transnacionales e independientes, Rossy Pérez consideró poco probable que este tipo de empresas dejen de existir por completo.
MIL COPIAS
se necesitan hoy en día vender para recibir Disco de Oro.