No tradicional. Armando festejará este domingo con la familia de su novio acompañado por sus dos hijos.
Los papás están de fiesta. Y es que como cada año, el tercer domingo de junio desde 1950 en México y en otros países se festeja a los "jefes de familia".
Armando, Diego y Daniel, a su manera, festejarán este gran día al lado de su máximo tesoro: Sus hijos.
DIEGO Y "MATEO"
Diego jamás imaginó que la inseguridad le daría uno de los regalos más grandes de su vida: Un hijo.
A sus 28 años de edad, es padre de un pequeño de tres años, quien desde su llegada cambió su vida por completo y ahora es el motor de su vida y el que le "inyecta" toda la energía que requiere para seguir luchando día a día por su bienestar.
Su historia comenzó hace casi cinco años. Un buen día, una joven de entonces 24 años llegó al negocio de sus padres.
Con el tiempo, Diego y la chica comenzaron una bonita amistad. Seis meses después, una terrible noticia llegaba a la vida de aquella joven mujer; su esposo había desaparecido. En ese momento sentía morir de la desesperación. Y 15 días después de aquella devastadora separación, se dio cuenta de que estaba embarazada.
La noticia no la llenó de felicidad, sino de miedo, pues no sabía qué hacer sin el apoyo de su pareja y padre de la criatura que venía en camino.
Decidido, Diego le ofreció su apoyo incondicional, tanto que le dijo que si estaba dispuesta se convertiría en el padre del bebé que estaba por llegar. La mujer no dudó y aceptó su oferta.
Desde entonces, Diego se convirtió en el padre de aquella criatura, pues en cada consulta y a lo largo del embarazo, siempre estuvo pendiente.
Fue un 16 de marzo del 2011, que el pequeño "Mateo" nació. Días después, la madre del pequeño le otorgó todos los derechos de su bebé a aquel joven que acababa casi de conocer, pero que le había ofrecido su apoyo incondicional.
Desde entonces Diego y "Mateo" se han vuelto inseparables. "Cuando él entienda, platicaremos todo", dice el joven, quien ha buscado el apoyo de sus padres, para ofrecerle aquel calor de hogar que requiere el pequeño. "El rol de madre lo asume mi mamá que es su abuela, tal vez no lo llega a entender, pero así es".
Sobre su experiencia comenta "dicen que las oportunidades se tienen que tomar… como se dice, hazlo cuando puedas, aunque no quieras, porque cuando quieras ya no vas a poder".
"Yo la verdad me siento muy bendecido; es una bendición porque yo entiendo que en ese mundo, en esa sociedad, habiendo tantos matrimonios o familias establecidas que quisieran tener la oportunidad de tener un hijo no puedan por equis circunstancias, y pues a mí Dios y la vida me han otorgado esa oportunidad sin siquiera haberla buscado", comenta emocionado.
Reconoce que el ejemplo de sus padres le ha servido para formar a su pequeño, "mucho he aprendido con mis papás, como el que al ser papá se lucha por los hijos".
Cuenta que más que haber escuchado la palabra papá por primera vez de la boca de su hijo, lo que más ha marcado su vida, es cuando a tan sólo un par de meses de nacido, el pequeño tomó fuertemente su mano, "en ese momento yo dije, yo no quiero que él me suelte nunca".
Diego menciona que con la llegada de su hijo a su vida, además de la tolerancia y la paciencia, ha logrado conocer el amor desinteresado e incondicional. "Ya no piensas por ti ni para ti, ahora en beneficio de las personitas que tienes a tu cargo. Esa idea de ser desprendido de ser generoso", concluye el joven padre soltero.
UN PADRE POCO CONVENCIONAL
Aunque se encuentra fuera de todo lo "tradicional", para "Armando" su familia es totalmente normal, pues existen normas, reglas y responsabilidades para cada uno de sus miembros.
Su pequeña familia está conformada por él, su novio y su hijo mayor; el menor sólo vive con ellos los fines de semana, vacaciones y días festivos.
A sus 33 años, es padre de dos adolescentes, uno de 17 años y otro de 15 años de edad, a quienes no les genera conflicto el contar con dos "papás" en su entorno social ni con sus amistades.
"Armando" cuenta que fue a los 15 años de edad cuando decide vivir junto a la madre de sus hijos, quien era mucho mayor que él, lo que le ayudó a madurar y ser un buen padre. "Sin embargo, esto predeciblemente no funciona por mi estilo de vida", cuenta el joven.
Cuando la relación termina, llega a su vida su actual pareja, quien desde un inicio supo que la prioridad para él es su hijo. "Cuando eso sucede y decidimos vivir juntos, mi hijo mayor venía incluido en el paquete".
Para "José", su hijo mayor, no fue difícil el cambio, pues asegura que desde siempre supo que contaba con un papá poco convencional, además, dice que cuenta con dos hijos muy maduros.
Como en cualquier hogar tradicional, dice en su familia existen reglas y normas. Su hijo, por ejemplo, se encarga del cuidado del patio y la cocina, mientras su pareja y él, comparten los gastos como cualquier relación.
Señala que como familia, cada viernes es de cine. Por lo tanto, sus hijos saben que no deben tener otros compromisos, pues ese día es meramente familiar y los domingos son de hacer el súper. "Tenemos buena camaradería, los cuatro por ejemplo, cuando salimos el fin de semana estamos juntos, nos va muy bien. A mi me maravilla, yo estoy con quien más quiero y eso me parece genial", dice emocionado.
"Armando" cuenta que sus hijos saben cómo manejar la peculiar condición de su familia "desconozco si hablen abiertamente con sus amigos acerca de que tienen una familia poco convencional y que tienen dos papás en lugar de una mamá y un papá. Lo que sí sé es que su grupo más cercano sabe cuál es la dinámica familiar que tienen, no hay ningún problema. Subestimamos cómo las nuevas generaciones vienen aceptando estos roles. No he visto que les cree un conflicto ni a ellos ni a su entorno".
En ese sentido, el padre dice a todas aquellas personas que aún se sorprenden con estos nuevos modelos de familia, que "rompan con esquemas y con paradigmas que realmente hace mucho que están meramente infundados; tenemos la concepción de que a veces aquí en la pareja hay alguien que pretende ser mujer y en realidad no pasa eso, somos dos cuates que nos amamos y que pretendemos echarle ganas a la vida y que trabajamos y que hacemos una vida meramente convencional".
UN PAPÁ RESPONSABLE
Desde hace siete meses la vida de Daniel cambió para siempre. Y es que hoy debe compartir, su tiempo y su amor, con las dos mujeres más importantes: Su esposa Oli y su pequeña Emma, quien vino a darle un sentido especial a sus días.
Aunque hoy en día es casi imposible que uno de los padres se haga cargo al cien por ciento de los hijos, debido a que deben trabajar ambos para ofrecerles una vida mejor y sobre todo cubrir todas sus necesidades, éstos tratan de darles un tiempo de calidad a sus vástagos.
Daniel no es la excepción. Y es que los primeros minutos del día, debe hacerse cargo de su pequeña, de cambiarla, peinarla y preparar su maleta para salir de casa rumbo a la guardería, pues su esposa debe partir al trabajo por la madrugada para estar puntual en su hora de entrada.
El joven padre comenta que esos momentos son los que disfruta al máximo, pues sólo son él y su pequeña, a quien, aunque planearon, llegó de sorpresa.
Con más de seis años de noviazgo, Daniel le propuso matrimonio a su ahora esposa. Y sólo bastaron 18 meses de matrimonio para que la decisión de tener un hijo llegara. Pero fue precisamente en ese momento, en el de la planeación, que la pequeña hizo su aparición, noticia que a ambos llenó de emoción.
Los primeros meses de vida de Emma, Daniel los compartió, tanto con sus padres como con sus suegros, pues no querían dejar a su pequeña en una estancia. "Pero mis papás tienen sus cosas que hacer", cuenta.
Fue entonces que decidieron mandarla a una guardería. Y es precisamente el papá quien se encarga de llevar a su pequeña y recogerla para llevarla a casa y esperar la llegada de mamá.
"Sólo espero que sean las dos y media para ir por ella... porque la extraño", dice emocionado abrazando a su primogénita.
Con emoción, Daniel cuenta el día en que después de 40 semanas de espera, conoció a su pequeña Emma.
Debido a que fue una cesárea programada, Daniel pudo estar presente, y recuerda ese momento: "Vi cuando la abrieron y salió su cabecilla, me acuerdo que nació dormida, por eso digo que es bien flojilla, me dio mucho sentimiento, me acuerdo que la enfermera me dijo que si me sentía bien, que si me quería desmayar, pero le dije que sólo era mucha felicidad".
En este primer Día del Padre, lo pasará al lado de su pequeña familia, la cual espera que en un año y medio más crezca con la llegada de un hermano o hermana para Emma. Mientras eso sucede, Daniel promete ser mejor papá cada día, para orgullo de su hija.
Historia
La idea de celebrar el Día del Padre nació en 1909.
Cuenta la historia que fue Sonora Smart Dodd, de Washington, quien propuso la idea de celebrar el Día del Padre.
Su propósito era homenajear a su padre, quien era un veterano de la guerra civil, Henry Jackson Smart, que enviudó cuando su esposa daba a luz a su sexto hijo, desde entnces se hizo cargo de criar a sus niños cumpliendo rol de padre y tratando de cumplir el de madre.
Como su padre nació un 19 de junio, propuso esa fecha. Ésta fue aprobada por varios paises.
Fue hasta 1966 que el presidente Lyndon B.Johnson firmó una proclamación que declaraba el tercer domingo de junio como Día del Padre en Estados Unidos.
Y en México, esta celebración comenzó a celebrarse hacia la década de1950.
Reconocen nuevas familias
La psicóloga, Hilda Vázquez Nájera, explica que hoy en día no es que cambien los modelos de familias, sino que siempre han existido sólo que en su momento no surgieron.
"Quisieron haber estado en su momento, pero la sociedad, la represión que ejercen instituciones religiosas, políticas, jurídicas, médicas, incluso, desde la psiquiatría y la psicología que tendían a patologizar mucho, pues era más reprimido", explica.
Sobre los hijos de padres homosexuales, la también sexóloga explica que no existe ninguna repercusión en ellos.
"No hay ningún estudio científico que diga que hijos de padres homosexuales o madres, va a tener una sexualidad conflictuada, que vayan a ser gay, eso no es algo que se aprende, porque la orientación sexual es algo con lo que se nace".
Por otra parte, Vázquez Nájera señala que repercusiones psicológicas pueden presentarse cuando uno de los padres, toma a sus hijos para el chantaje. Por lo que recomienda una separación en buenos términos, pues siempre existirá ese lazo que los une a ambos.
Para este Día del Padre, la especialista da un mensaje a todos los papás: "Invitaría a que se preguntaran y a que construyeran nuevos modelos de masculinidad, nuevos modelos de ser papás a partir de cuestionarse lo incuestionable como el por qué yo tengo que hacer nada más esto... resignificar el concepto de padres"
