A ‘morelear’. Este sábado se celebrarán dos años de que las familias tomen la avenida.
Fue en el taller de Investigación Cualitativa de la Ibero donde los estudiantes propusieron el rescate de la avenida Morelos, espacio que consideraban simbólico en términos de la historia y raíces de Torreón, pero que poco a poco había caído en el olvido, entre la prostitución, la oscuridad, la delincuencia, los negocios cerrados.
Tras algunos estudios, el proyecto salió de las fronteras de la clase, se sumaron arquitectos, propietarios de los negocios y promotores culturales interesados en el rescate del Centro, que organizaron el primer paseo el sábado 10 de noviembre de 2012.
Pero no fue algo sencillo. Las condiciones de seguridad en Torreón eran dramáticas hace dos años y en medio de la espiral de violencia que sufría la ciudad, los ciudadanos preferían resguardarse en sus casas, por lo que ir a una de las zonas con peor iluminación en la tarde-noche no fue una idea que se aceptara con facilidad.
En la Morelos, la crisis económica había impactado gravemente al sector comercial y más del 45 por ciento de los locales en la avenida estaban abandonados, mientras que otros estaban a punto de cerrar.
La primera vez acudieron 500 personas, pero se fueron sumando cada vez más a la propuesta, y a la fecha más de 60 mil han "moreleado".
"Al inicio, no todos los comerciantes estaban de acuerdo, algunos se oponían a que se cerrara la calle una vez al mes, pero el proyecto ha generado mayor afluencia y ventas", señaló José González, arquitecto que formó parte del comité original de Moreleando.
Han pasado dos años y "Moreleando, de Vuelta al Centro", se ha convertido en un espacio de expresión cultural y convivencia familiar, propuesto por jóvenes, pero adoptado por familias enteras para recuperar la identidad de la ciudad.
Elías Agüero, promotor cultural que también participó desde el comienzo, estimó que en los últimos dos años han abierto más de 20 negocios en esta calle, en su mayoría restaurantes y cafés, pero también algunas tiendas de ropa.
Jorge Ruvalcaba, arquitecto, consideró que aún hay "Moreleando" para rato, pues el movimiento ha dado voz a la ciudadanía en temas como el Paseo Morelos, donde no había claridad respecto al manejo de los recursos y el proyecto se había manejado "en lo oscurito".
"Han sido dos años de mucho aprendizaje, todos los que estamos aquí somos relativamente nuevos en el activismo, empezamos con muchas ganas, con una indignación profunda y hemos ido aprendiendo sobre la marcha, hemos ido creciendo", comentó.
Ruvalcaba llamó a la sociedad a darse cuenta de que su voz puede ser escuchada y que con poco se puede hacer mucho.
"Estamos menos peor que antes en la ciudad, pero falta muchísimo por hacer todavía", dijo.
