Efemérides del Beisbol Lagunero
El 17 de junio de 1941, a casi un mes de haber llegado a Torreón el gran Martín Dihigo para hacerse cargo del timón del Unión Laguna, se publicó un interesante análisis del cuerpo de pitchers abridores del equipo, que eran: Pancho Alcaraz, oriundo de Empalme, el cubano Manolo Fortes y el zurdo norteamericano Roy Walmaker. (Téngase presente que en aquel entonces sólo había una serie por semana de apenas tres juegos, de tal manera que cada lanzador tiraba, más o menos, una vez cada siete días).
Para el reportaje, todo parece indicar, aunque no lo escribió así expresamente, que el comentarista conversó sobre el tema con el propio Martín Dihigo, de quien dice que "no vino a pasar un día de campo a Torreón" sino a "ganar, pues es un pelotero con historial envidiable que lo hizo a base de jugar y dirigir". Que por ello, desde su llegada se ha dedicado a observar atentamente a "cada uno de los componentes del equipo, para no cometer un error" a la hora de tomar decisiones.
Del mexicano Pancho Alcaraz opinó que aunque está "entre los mejores serpentineros de la Liga…. todavía está lejos de ser un pitcher estrella. Llegará a serlo si sigue como va y trabaja duro y trata de aprender, pues tiene la madera para llegar a ser otro Cochihuila (Valenzuela)".
De Manolo Fortes escribió: "Nos ha fallado en muchas ocasiones. Es un magnífico pitcher, fuerte, joven, con velocidad y tamaños y sobre todo con voluntad y cariño para el equipo. Ha tenido mala suerte en muchos juegos que los han perdido errores de compañeros, pero también esos mismos compañeros le han salvado juegos que no merecía ganar". En otro pasaje agrega: "Tal vez el demasiado descanso perjudique a Fortes. Hay pitchers que necesitan lanzar cada tercer día y a la mejor (él) es de este tipo".
De Walmaker dijo que "es indudablemente el mejor zurdo de la Liga, cuando está de humor. Desgraciadamente es demasiado apático y tiene poco corazón: se pone a la altura de un coloso cuando lleva algunas carreras de ventaja, pero yendo atrás afloja horriblemente. Es otro individuo que tira poco, pues cuando está mal sale al cabo de dos o tres entradas y no se le vuelve a ocupar hasta la siguiente serie".
No deja de llamar la atención que en el reportaje no se haya hecho referencia alguna como lanzador al propio Martín Dihigo, tremendo pitcher, aunque sí de manera marginal a "quien ya trae como ayudante, al 'Brujo' Basilio Rosell, un viejo lobo del diamante, que hasta hace dos años todavía 'lanzaba con jiribilla'".
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