Efemérides del Beisbol Lagunero
El 20 de julio de 1946 el Unión Laguna ganó de manera dramática el cuarto juego de la serie que esa semana sostuvo en el Estadio de la Revolución con el equipo de Puebla, de la Liga Mexicana de Beisbol. El triunfo se debió al brillo de Martín Dihigo como maestro del pitcheo, a su poder con el bat y a su gran genio como timonel.
Sucedió que al cerrar la novena entrada los laguneros hicieron una carrera para empatar la pizarra a cuatro y llevar el juego a extrainnings. Entró entonces a ocupar la caja de pitcheo el propio manager Martín Dihigo, en sustitución de su paisano Juan Montero, quien a su vez había relevado al también cubano Wilfredo Salas y éste al abridor Pedro "Charrascas" Ramírez.
Los innings décimo y undécimo los despachó el maestro Dihigo en orden y fácilmente: con cuatro ponches, una rola cómoda a primera base y un globito al jardín izquierdo. Luego, en el cierre de la entrada número 11, el mismo Dihigo pegó "tremendo batazo por el center, que alargó a dos estaciones a fuerza de piernas y enjundia", para luego anotar sensacionalmente la carrera de la victoria.
Presa de gran emoción, el público se puso de pie de manera automática y todas las gargantas unánimemente a gritar: "¡Qué grande eres Martín! ¡Qué grande eres Martín! ¡Qué grande eres Martín!".
Dice el cronista de El Siglo que aunque ya en otras ocasiones se le han visto a Dihigo cosas magníficas, lo de ese día "en honor a la verdad opacó todo lo que hayamos visto en otros juegos". Y concluye que "sigue siendo el Martín de otros tiempos, el grande, el inconmensurable".
Ese mismo 20 de julio de 1946, la prensa local publicó la última compilación de la Liga Nacional de Beisbol, de la que para entonces ya había salido el equipo "Laguna-Esperanza". De acuerdo con dicha compilación, ocupaba el liderato de bateo en esa Liga el lagunero Guillermo Garibay, que jugaba con el equipo "Dorados" de Chihuahua, con .414 de average.
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