Efemérides del Beisbol Lagunero

El 27 de julio de 1946, el Unión Laguna, en el Estadio de la Revolución, propinó a los Diablos Rojos del México memorable paliza de 15 carreras a 1. Sólo en el primer inning los locales les hicieron tantas como ocho anotaciones. Bueno, los dos primeros lanzadores visitantes (que fueron el gigantón Booker Tanner y Alfonso "La Tuza" Ramírez) no pudieron sacar siquiera el primer out cuando subió a la lomita un tercer serpentinero, nada menos que el inmortal Alberto Romo Chávez, quien de hecho cubrió toda la ruta por los pingos, aunque tampoco "se escapó de ser víctima de nuestra artillería brava, que lo trató despiadadamente al hacerle disparos por todos los rincones del diamante hasta acumular once infildeables".

En la primera entrada, el lanzador Tanner llegó tan descontrolado que a los primeros cuatro laguneros que enfrentó les otorgó base por bolas, de tal manera que la carrera de la quiniela entró de caballito. Al siguiente bateador lo tenía Tanner en dos bolas y un strike cuando fue relevado por "La Tuza" Ramírez, quien terminó otorgando el quinto pasaporte consecutivo. En resumen, Laguna fabricó ocho carreras en la primera entrada, una más en la cuarta, tres en la sexta y otras tantas en la séptima, para sumar 15.

Por su parte, y en notorio contraste, el serpentinero del Laguna, Homer Gibson, estuvo sencillamente soberbio. Dice la crónica de ese juego que "tuvo un día de campo, ya que su dominio fue completo". Sólo admitió cuatro infildeables, de éstos tres sencillos y un doble, otorgó tres bases por bolas, ponchó a once, y sólo porque sus compañeros le cometieron par de errores fue que se originó la única carrera de los Diablos en la sexta entrada.

Pero no sólo con su brazo contribuyó Gibson a la victoria, sino que también con el tolete "estuvo en verdadero plan de fenómeno, al conectar en cinco veces al bat dos dobles y un sencillo".

jagarciav@yahoo.com.mx