Efemérides del Beisbol Lagunero
El 31 de julio de 1956 los Diablos Rojos del México y los Tigres capitalinos, cuya histórica rivalidad aunque apenas empezaba ya era intensa, sostuvieron en el hoy desaparecido Parque del Seguro Social un electrizante choque de pelota que se fue a 14 entradas y tuvo un espectacular desenlace. El formidable cronista del beisbol, Tomás Morales, incluye a este encuentro entre los grandes juegos de todos los tiempos en nuestro país. Pues bien, el héroe ese día, o por mejor decir, de esa noche, y además por partida doble, lo fue el lagunero Felipe "Burro" Hernández, originario de Tlahualilo.
Los pilotos de ambos conjuntos eran dos colosos de la estrategia. Del Diablos Rojos el cubano Lázaro Salazar. Y por el lado del Tigres el italo-americano Chuck Genovese, que ya el año anterior lo había hecho campeones, precisamente el año del debut del llamado equipo felino en Liga Mexicana.
Ese día comenzaron lanzando Lino Donoso por los Tigres y Bob Trice por los Diablos. Ambos habían sido pitchers de Grandes Ligas, Donoso con Piratas y Trice con el Atléticos. En ese juego cada uno colgó siete ceros ante el entusiasmo de los aficionados que llenaban el parque.
Al abrir la octava entrada los Tigres hicieron la carrera de la quiniela. Y otra más en la apertura de la novena, de tal manera que al llegar al cierre de ésta los Diablos se encontraban abajo en la pizarra 2 carreras a 0. En su última oportunidad los pingos hicieron una carrera y luego, casi de manera milagrosa, con sólido hit al jardín derecho bateado por "El Burro" Hernández, éste impulsó a home la carrera del empate a 2, ante el delirio de la fanaticada roja.
El juego se fue entonces a extra-innings y llegó hasta el episodio número 14. Al cierre de éste, con Alonso Peny embasado en la tercera colchoneta, un out en la pizarra y "El Burro" Hernández al bat, Lázaro Salazar le ordenó realizar la llamada jugada suicida. Ésta consiste en tocar la bola al tiempo en que el corredor de tercera se lanza a toda velocidad hacia el home (squeeze play), jugada que el lagunero ejecutó a la perfección pues Peny llegó al plato con la carrera que hizo ganar a los Diablos 3-2 y dejó tendidos a los Tigres en el terreno.
Otro 31 de julio, el de 1943, el Unión Laguna viniendo de atrás ganó en Torreón el juego de ese día al equipo de Puebla y que luego éste protestó ante la Liga, por haberlo lanzado el pitcher velocista Terry McDuffy. La victoria le fue anulada a Laguna, que al finalizar la temporada por medio juego no fue campeón ese año sino Monterrey. En otras palabras, de no habérsele cancelado ese triunfo, la corona habría correspondido a la novena lagunera. A este caso se hará más amplia referencia en varias de las efemérides de octubre.
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