El 2 de noviembre de 1958, en juego amistoso entre las novenas infantiles de Saltillo y Laguna efectuado en el campo de La Unión, se tributó significativo homenaje a cuatro peloteritos de los que más brillaron en el Campeonato Nacional de Beisbol Infantil que acababa de tener lugar en Veracruz. Ellos fueron: Heriberto "Chito" Meraz, quien resultó campeón nacional de bateo; Francisco Caldera, considerado como el mejor pitcher del torneo al lanzar 22 entradas sin admitir carrera y a quien sólo le conectaron de imparable en par de ocasiones; Jesús Silva, declarado el mejor receptor del campeonato nacional, y Margarito "Esquimal" Márquez que quedó en el equipo ideal como jardinero derecho, por su brillante modo de fildear y magnífico porcentaje de bateo.
A los cuatro, la Asociación Lagunera de Beisbol de Aficionados les otorgó una medalla de plata con el año grabado y el nombre de la Asociación, que les fue impuesta en la cuarta entrada de ese juego.
Juego en el cual, por cierto, el peloterito torreonense Jorge Solorio lanzó contra Saltillo "y no obstante ser izquierdo, exhibió magnífico control y un buen acopio de los sabios consejos del manejador Javier Guerrero" y a punto estuvo de lanzar juego perfecto. En un parpadeo que tuvo sólo le batearon un hit, lamentablemente jonrón por el jardín izquierdo.
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