El 3 de noviembre de 1952 nació en San Pedro de las Colonias, Coahuila, Carlos Soto Mota, quien ha sido considerado "como el receptor mexicano más consistente y poderoso de todos los tiempos", según publicación del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, al que ingresó como miembro en 2007.
Carlos Soto debutó en la Liga Mexicana de verano en 1973 con los Diablos Rojos, para los que jugó par de temporadas. A partir de 1976 y en doce de las diecinueve campañas en las que en total tomó parte en este circuito, en dos etapas jugó para los Tecolotes de Nuevo Laredo, club con el que tuvo los mejores años de su carrera. En sus dos últimas temporadas, que fueron las de 1991 y 92, formó parte de los Tuneros de San Luis.
De por vida en Liga Mexicana su porcentaje de bateo es un magnífico .301. En diez de sus diecinueve campañas pegó arriba de la cifra mágica de .300. En su carrera conectó en total 264 cuadrangulares en 1,720 juegos en los que participó. Tuvo cinco temporadas con más de 20 jonrones por año. En 1983 obtuvo el cetro de vuelacercas con 22, con Nuevo Laredo.
En la Liga Mexicana del Pacífico Soto participó en doce temporadas con Tijuana, Navojoa, Ciudad Obregón, Hermosillo, Guasave y Mexicali. En la temporada 1985-86 bateó 17 jonrones para encabezar la Liga, con los Algodoneros de Guasave.
Infortunadamente Carlos Soto nunca vistió la franela de la escuadra lagunera y, como suele suceder, nunca ha sido profeta en su tierra, donde prácticamente ni se le conoce, a pesar de su brillante trayectoria en la pelota profesional, y menos aún se le reconoce.
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