El 8 de noviembre de 1958, sábado, se efectuó por la noche en el Estadio de la Revolución el primero de dos juegos organizados a beneficio del Instituto Lagunero de la Audición y el Lenguaje, entre las Estrellas de Ernesto Carmona (el famoso Marqués de San Basilio, fundador de la Liga Mexicana de Beisbol, quien finalmente no se presentó) y los estelares Veteranos de La Laguna, dirigidos por Salvador Benavides. El precio que se fijó al boleto por juego fue de tres pesos en cualquier localidad.
El encuentro lo ganaron los laguneros 22-10 carreras. Para quienes lo presenciaron fue un juego inolvidable porque vieron en acción por última vez, al menos aquí, al gran Martín Dihigo, el pelotero más completo de todos los tiempos, quien en ese encuentro hizo recordar con nostalgia aquellos juegos gloriosos del Unión Laguna a principios de los años cuarenta. El cubano esa noche jugó los jardines izquierdo y derecho, las paradas cortas, lanzó una entrada y cubrió la primera base, bateó tres imparables e impulsó par de anotaciones.
Igualmente, por los foráneos, se vio jugar a Agustín Bejarano, Gallego Arencibia, Lolo Correa y en la serpentina a Ángel Abreu y al hombre de la curva impresionante Caridad Poey. También para recordar grandes tiempos a Basilio "El Brujo" Rosell. El juego, a pesar del carreraje, gustó mucho a la afición.
El día siguiente, domingo 9 por la mañana, tuvo lugar el segundo juego entre estos mismos equipos, ganado esta vez por los foráneos 13 carreras a 4. El lanzador de la victoria fue "El Brujo" Rosell, quien "maniató a los laguneros en forma por demás extraordinaria", pues parecía como si estuviera en sus mejores años. Su pelota "boba" fue el peor veneno para los Veteranos Laguneros. Y sobre todo, haciendo dueto con Rafael "Zungo" Pedrozo, lució más Rosell.
Sin embargo, dice la crónica, la figura más sobresaliente del choque fue sin discusión el extraordinario y nunca comparable Lolo Correa, quien no obstante sus años pegó dos dobletes y un triple e impulsó 10 carreras.
Por los Veteranos Laguneros inició en el montículo "El Güero" Nájera, que no pudo y fue relevado por Conrado Bañuelos, quien desde la tercera entrada se fue hasta el final. Memo Garibay fue el mejor productor local con tres carreras empujadas.
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