Efemérides del Beisbol Lagunero
El 29 de diciembre de 1974, domingo, dio inicio una de las series finales más dramáticas en la historia de la Liga Mayor de La Laguna, que estaba entonces en su XXVI edición.
Por primera vez en la ya para entonces larga trayectoria del circuito, la serie de campeonato se programó para que fuera hasta de siete juegos, por lo que era necesario ganar cuatro para coronarse. Los equipos que la disputaron fueron Tlahualilo, que ganó la primera vuelta, y San Pedro que se adjudicó la segunda. El primer choque, el de esta fecha, fue un juegazo que ganó San Pedro una carrera por cero, gracias a un doblete bateado por Gerardo Gutiérrez que impulsó la única carrera y dio el triunfo a Octavio Ramírez.
El autor del libro "Por los diamantes laguneros", Héctor Pimentel, escribe que "fue quizás la temporada 1974-1975 la de menos calidad en los últimos años. El desbalance en las novenas -afirma- era evidente y rápidamente el standing se partió en dos mitades quitándole un poco de interés, sobre todo en las plazas que poco a poco fueron perdiendo la expectativa de calificar" (pág. 93).
Esas dos mitades a que se refiere el cronista fueron: una, la de los tres equipos altamente competitivos, a saber: Tlahualilo, San Pedro y Matamoros. Y la otra, la de las tres novenas muy débiles: Madero, Sección 74 y Velardeña.
Ah, pero si la temporada regular tuvo en general escaso interés entre la afición, en la serie de campeonato sucedió exactamente lo contrario. Los contendientes se fueron a un séptimo juego ("el encanto del séptimo juego") que fue no apto para cardiacos y lo ganó en extrainnings San Pedro en su casa, ante el delirio de su afición. Escribe Pimentel en la pág. 95 de su libro que ha sido éste "uno de los momentos más trepidantes en la historia del circuito" (ver de estas efemérides la del 12 de enero).
Esta columna diaria, iniciada el primero de enero, terminará pasado mañana 31 de diciembre.
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