Pedro García, notable catcher del equipo ‘Deportes Laguna’ de la Liga de Beisbol Invernal de Empleados y Profesionistas de esta ciudad. (Foto Delgado)
El 31 de diciembre de 1950, domingo, El Siglo de Torreón publicó el par de imágenes beisboleras que amablemente hoy, 64 años después, se publican de nuevo en esta sección deportiva.
En una aparece, en posición de receptor, mi tío abuelo Pedro García, quien ese año jugaba en el equipo Deportes Laguna, de Primera Fuerza, patrocinado por el señor Leopoldo García, sin parentesco con nosotros.
En la otra fotografía están los hermanos gemelos Jesús García López y Juan García López, mi padre y mi tío, respectivamente, quienes casi siempre jugaron formando batería -lanzador y receptor- en los equipos que militaron. Esta foto corresponde a una novena de la Liga Bancaria, circuito en el que se jugaba los sábados en la tarde. Los domingos ellos participaban en la Liga de Empleados y Profesionistas, en 1950 seguramente en Primera Fuerza. Yo desde muy niño llevaba el score de sus juegos. El hermano menor de ellos, mi tío Guadalupe, también fue pelotero, magnífico bateador.
Otro tío abuelo, Margarito García, hermano de Pedro, jugaba extraordinariamente bien la tercera base. A fines de la década de los 50 emigró a Ciudad Juárez, pero todavía en el verano del 57 su hijo Pepe jugó con nosotros en la Liga Infantil, con el equipo Cachorros de Benavides del que yo fui capitán-jugador y gentilmente nos patrocinó don Ricardo Acosta Mauricio. En este equipo también jugó mi primo Aurelio, hijo del tío abuelo del mismo nombre.
Mi abuelo Antonio no jugó beisbol, pero fue un gran aficionado. Un dato al respecto es suficiente: Lo sorprendió la muerte en febrero de 1985 mientras veía por televisión la Serie del Caribe.
Los hijos y nietos de mi tío abuelo Pedro, los García Arenas, Chito, Tony y sus respectivas familias, son entusiastas del beisbol, que por supuesto practican. Forman equipos que suelen llevar el nombre de su familia o del patriarca, don Pedro.
Juegan o han jugado el rey de los deportes mis hermanos José Andrés y Baltazar, así como mis primos Javier y Jorge y casi todos sus hijos, de la rama del tío Juan.
Por lo que a mí respecta, en distintas etapas de la vida he jugado beisbol, de estudiante universitario en la Ciudad de México en un equipo juvenil integrado casi totalmente por sonorenses, en la posición de catcher. Y hasta hace poco softbol. De mis hijos lo han jugado Juan Antonio y particularmente, hasta la fecha, Carlos Javier. De los nietos varones Juan Pablo, de apellidos Chávez García, lo juega desde niño, está al tanto de lo que sucede en las Ligas Mayores y es gran fanático de los Medias Rojas de Boston.
Una tradición familiar beisbolera que comprende pues ya cinco generaciones.
Disculpará el amable lector que la última entrega, la número 365 de esta columna, haya sido para referir aspectos familiares y escribir en primera persona. Pero no dejó de sorprenderme la casual coincidencia de que estas dos fotos de parientes tan cercanos hayan sido publicadas precisamente un 31 de diciembre.
A El Siglo de Torreón, por su gentil hospitalidad, y a todos los lectores, gracias, muchas gracias y que 2015 sea muy buen año.
jagarciav@yahoo.com.mx
