Tenemos la costumbre de citar frases manidas sin saber de qué estamos hablando. Sin embargo, nos ufanamos delante de nuestros oyentes de ser muy entendidos en el tema. Tal es el caso de la medusa que parece una lámpara de buró, de la campana o sombrilla penden largos filamentos o tentáculos o patas de las que se ayuda para desplazarse en busca de comida moviéndose en el agua con elegante cadencia. Parece una bombilla de las que ponemos en el techo de los corredores de una casa. La boca se abre en su cara inferior. Las glándulas genitales se encuentran en bolsas especiales debajo de la umbrela. Son seres bellos, pero extraños, careciendo de rostro.
Es un ser vivo originario del mar Caribe, inmortal ya que en vez de envejecer regresa a su ciclo vital hasta alcanzar una segunda madurez. En tanto la leyenda del ave Fénix relata la historia de un ave capaz de renacer de sus propias cenizas. Representa el Sol, que muere por la noche y renace por la mañana, representando la inmortalidad y el renacer a una nueva vida. Esta ave regresaba cada quinientos años a morir después de construir un nido especial en lo alto de una palmera y volver a resurgir a los 3 días siguientes de sus propias cenizas, en un Fénix nuevo que lleva consigo todo el saber obtenido desde sus orígenes. Un nuevo ciclo de inspiración comienza. Es un símbolo del renacimiento físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación y de la inmortalidad.
Fue el único, el ave Fénix, que no se atrevió, a pesar de haber nacido en el interior del Paraíso terrenal, a probar la fruta del árbol prohibido. Cuando Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, una chispa de la espada de fuego de un Querubín cayó, ardiendo el pájaro que se consumió en las llamas, de las que surgió una nueva ave Fénix que así era premiado por negarse a probar las frutas del árbol de la sabiduría, con un plumaje inigualable, alas de color escarlata y cuerpo dorado, con la misión de transmitir el saber que atesora desde que lo adquirió en las consecuentes reencarnaciones, sirviendo de inspiración a los buscadores del conocimiento, tanto artísticos como científicos.
Y pensándolo bien una próxima generación de políticos quieren convertirse en una nueva edición del ave Fénix. Esto es, repetir en un mismo puesto cuantas veces lo diga la ley y aun levantándose de sus propias cenizas.
En efecto, el mito del ave Fénix que alimentó varias doctrinas entre las cuales está la supervivencia en el más allá, ahora sería un prodigio. No importa el principio de la no reelección, es decir la resurrección se vuelva cenicienta, postergada y despreciada. No, aún no estamos libres de poder conseguir elecciones libres, como no estamos libres de depredadores cívicos. Pero no decidimos, sino el que resuelve es el destino. De la flamígera espada de los querubines caerán las chispas que pueden provocar un incendio mayúsculo en que muchos serán los sacrificados. El águila que está arriba del nopal despliega las alas para equilibrarse queriendo acabar con el ofidio, mientras éste se carcajea a mandíbula batiente.