El camino hacia el arte

El arte y el tiempo, palabras que evocan pensamientos profundos derivados del significado que les damos, son entonces conceptos creados para que las personas podamos ser capaces de guiarnos y designar cualidades sobre ellos. Pero tanto el tiempo en el que transcurre la humanidad es el transcurrir de medios de los que se vale para expresar diferentes situaciones individuales o colectivas, en lo que hoy llamamos arte.

Este caminar de corrientes plásticas y de pensamiento deriva de la creatividad humana, quizá esta creatividad sea una cualidad presente en nosotros que nos hace creadores de producciones e ideas de las que después nosotros mismos somos admiradores, y esta capacidad de admirar y dejarse introducir en el otro por medio de un lienzo, escultura o cualquier otro tipo de creación es a su vez una forma de conocer la realidad que nos rodea, o la que vivieron otras personas en otra época que no sea la nuestra, y por tanto podemos entender la historia en una manera gráfica.

Como he mencionado el arte se encuentra desde tiempos antiguos, de esto da cuenta la arqueología, que en una rigurosa definición de diccionario refiere al arte, monumentos y objetos de la antigüedad, lo cual pone de manifiesto que el arte no es algo novedoso en sentido de su aparición temporal, sino que forma parte de un continuo que sigue transcurriendo.

Dentro de esta época podemos encontrar las pinturas rupestres como las de Altamira o Lascaux, cuya existencia está en función de la protección que brindan a sus autores y al grupo humano en general, contra calamidades que podían ir desde animales salvajes hasta la misma naturaleza, este pensamiento mágico está reflejado en su obra, en palabras de Comte una organización social que se encuentra en el estadío teológico. Al paso del tiempo las sociedades fueron cambiando y la forma en que las artes se expresaron cambió, se puede hablar del esplendor griego, de la cultura romana en general o de los egipcios y se encuentran ejemplos de una sociedad que han evolucionado con respecto a momentos anteriores.

Si avanzamos más en el tiempo, se puede llegar a un punto en cual los grupos humanos ya con una organización diferente manifiestan sus características en su obra, principalmente la arquitectura: en la edad media se empleó con gran éxito en Iglesias, las imágenes para trasmitir mensajes religiosos y grandes templos para congregar a los fieles que iban a ser instruidos mediante las historias bíblicas plasmadas en los muros como mosaicos o pinturas. Claramente estas particularidades obedecen a las necesidades de una población y la forma de vida que tenían.

Dando un gran salto hacia principios del Siglo XX ocurre una transformación drástica en el desarrollo de la humanidad, se van haciendo más visibles modificaciones a las formas de conducta de la vida en sociedad las cuales tienen su origen en cambios en la manera de pensar y de sentir. Y que marcan un punto de ruptura en la forma en que se han venido dando los movimientos en el pensar y actuar en la historia del hombre en el mundo, anteriormente éstos duraban siglos, pero en las artes después del impresionismo las vanguardias fueron cada vez más breves y diversas hasta un punto que en un mismo periodo se conjuntaban varias corrientes de pensamiento y de arte plástica.

Con esta reseña, no pretendo hacer un resumen de la historia del arte, más bien su fundamento es señalar que la creación artística ha acompañado al ser humano en todo su desarrollo y por ello es un reflejo de la situación que vive. Es cierto que evoluciona en técnica y temas, además hago énfasis en las artes plásticas, pero este fenómeno se da también en otros ámbitos de las artes.

Con todo esto, deseo llegar a la pregunta de ¿para qué el arte?, razones sobran como motivo de su existencia, tienen en su concepción clásica un propósito estético, el cual es generalmente más apreciado. Pero si han acompañado el desarrollo de la humanidad bajo el mismo paso, puede referir también a esta necesidad de expresarse de una manera que invita a que el otro lo entienda.

Por ello la gran importancia de que se vea el arte como quien cuenta la historia, y lo hace de una forma un tanto diferente a como estamos acostumbrados a escucharla, porque si vemos la obra completa de un autor podemos no sólo apreciar el momento histórico en el que le tocó vivir, sino también tenemos de primera fuente su biografía, sus preocupaciones necesidades y anhelos, lo cual es una forma muy íntima de contactar con otra persona. De igual modo si vemos la historia del arte como testigo de los acontecimientos que nos han marcado o aquéllos que los artistas en su sensibilidad consideraron para plasmarlos podemos encontrarnos a nosotros mismos.