El camino hacia el arte

El Surrealismo es al arte lo que los sueños al ser humano. Es por ello, que las obras de este arte son fuente de fascinación que lleva más allá de la belleza real o ideal que pueda manifestarse en un lienzo o mediante otras técnicas.

Esta subjetividad que brinda el no ser consiente del tiempo o el espacio, es una magnífica herramienta que aporta el surrealismo, ya que en los sueños no hay lógica, es un continuo de experiencias y percepciones que suman la armonía de lo espontáneo.

Usualmente reconocemos a Dalí como uno de sus grandes exponentes, pero no es único dentro de esta rica corriente.

Dentro de la diversidad de autores está Edward James, un poeta inglés que por su holgada posición económica fue mecenas y amigo de varios artistas contemporáneos, así como un asiduo a los grupos de intelectuales y bohemios que compartían ideas en común.

Uno de sus proyectos era construir un jardín del edén, con todas las características fantásticas e idílicas que pudiese contener y el lugar en el que decidió instalarlo fue en la Huasteca Potosina, esto debido a que pasaba cuatro meses al año en la república y tenía algunos conocidos que le mostraron los parajes de Xilitla. En lo que era una plantación tabacalera y que después cubrió con orquídeas, se construyó el complejo denominado "Las pozas" que básicamente es un jardín de 40 hectáreas que cuenta con 36 esculturas de concreto. Cada una cuenta con un nombre propio y en conjunto crea un espacio atemporal, que conjunta naturaleza y edificaciones de concreto en el Edén surrealista.

Visualmente el jardín tiene lo representante del surrealismo, con edificaciones sin una utilidad específica. Además al estar cerca de las pozas (pequeños lagos), el reflejo crea la sensación de continuidad sobre el agua. Una de las esculturas más sorprendentes es "La casa de los tres pisos" la cual de hecho tiene cinco niveles. El jardín está compuesto también de columnas, escaleras, montes, cascadas, pozas y figuras con estilos orgánicos que conviven con la flora y fauna propia de la región y con orquídeas ya que el diseño está inspirado en estas flores, las que eran, además la predilección de James, que también quedaron inmortalizadas en tres enormes esculturas de piedra, recordando una helada que acabó con toda la plantación de estas flores en el jardín. La forma en que están ordenadas las esculturas, los caminos que se forman entre las escaleras y la geografía del lugar, son otra forma de representar lo no consiente, simplemente dejar fluir los elementos para en conjunto se creen formas que lleven a percibir el jardín, más como un lugar de esencias y representaciones. Que cada quien pueda significar desde su experiencia.

En palabras de Edward James "Se trata simplemente de ver algo bonito, para que en 20 mil años, cuando vengan los arqueólogos, no tengan ni la más remota idea de qué cultura existió aquí" sentencia el carácter lúdico y subjetivo de un lugar en el cual el tiempo y la "lógica" esperable, pasan a segundo plano en favor de los ideales surrealistas.

Dalí mencionaba a México como más surrealistas que el surrealismo mismo, entonces un jardín como el soñado por James se integra de forma natural al entorno, cabe mencionar que el proyecto nunca se terminó, esto ocurrió intencionadamente, dentro de la mentalidad de James, estaba que si el jardín era llevado a término, perdería parte del encanto que emanaba.

El conjunto en sí es un bello lugar que reúne los ideales de un hombre, pero también alberga las ideas del surrealismo implícitamente en su organización espontánea sobre la Huasteca Potosina.