El camino hacia el arte
La creatividad es un término comúnmente asociado con los artistas y en ocasiones se suele hacer propio exclusivamente de ellos, sin embargo no es así. Esta capacidad se encuentra implícita en casi cualquier trabajo a realizar. Es de notar un singular uso de ella cuando alguien es especialmente habilidoso en su labor, como en el caso de los pintores podemos encontrarnos con genios de la pintura de quienes hacemos juicios de ser expertos en su arte e innovadores en sus temáticas y generalmente esta condición queda como estática, como si aquella persona tuviera la condición creativa ya dada.
Y no ocurre de esa manera, ya que para considerar a una persona como genio de un arte específico y es vital que cumpla características como un inicio temprano, que sea prolijo en su producción y que sea continuo su trabajo (Feist). Además existen factores de personalidad que se repiten en las biografías de autores considerados con grandes resultados a lo largo de sus vidas.
Francisco de Goya; pintor español, comparte inconfundibles rasgos de las personas creativas y que se ven reflejados a lo largo de su obra. Los cuales forman una línea del tiempo en cuanto a los estilos que maneja en el transcurso de su obra. Esto es un indicativo de una agilidad mental y flexibilidad de pensamiento, otro rasgo de las personas creativas. Lo que además sorprende a estudiosos del arte porque incluso se adelanta a la pintura de su época.
En cuanto a los inicios de su repertorio pictórico son temas idílicos. Fue hasta después que comienza a hacer temas populares para la corte de España, La Novillada como ejemplo de ese periodo y como uno de los temas predilectos del autor. Con reputación consolidada llego a ser pintor selecto de la clase alta y después de la familia real. Situación que favorecería una vida cómoda y con la suficiente solvencia económica para dedicar parte de su tiempo a pintar temas que refieren al agrado meramente del autor y cuyo objetivo no era ser comprado por miembros de la corte o burgueses. De hecho, estas temáticas están fuertemente matizadas de críticas sociales y rompe con los cánones de la pintura neoclásica, lo cual lo ubica como un pintor romántico, sin embargo él amplía el horizonte. Una obra de este tipo es Corral de locos la cual pinta con su imaginación como única base. Al ser pintor real se acarrea beneficios económicos, pero no cede se crítica a la monarquía, y lo deja claro pintar de manera poco ilustre al rey y dando mayor porte al Retrato manual de Godoy que además era el favorito de la reina.
Pero sin ninguna duda sus obras cúspide son las pinturas de Los fusilamientos del 3 de mayo en donde el color y la técnica se fusionan en una escena trágica en la cual el villano es la guerra de quien todos son víctimas, enfatizando que quien está por ser fusilado está presente como un mártir, que incluso pueden apreciarse las estigmas en las manos como símbolo del sufrimiento no merecido. Una verdadera obra maestra que sólo se compara en genialidad con las famosas pinturas negras, temáticas de la noche y el ocultismo es el que hace de ellas la contraparte de sus bellos cuadros alegres de España y más sorprendente aún es como La aguadora antecede el impresionismo por ser una imagen colorida y clara igualmente que el rostro de la joven es más animado y amistoso que el de un retrato de periodos anteriores.
No se puede dudar del talento y dedicación que Goya consagró a su trabajo ni menospreciar que en cada cuadro hay todo un fundamentado análisis de la realidad en la cual estaba, por ello es notable hacer una observación quizá en primer momento por gusto pero al explorar entre capas de pintura podemos incluso identificarnos con posturas de un hombre de su tiempo, que rompió barreras de las épocas en su pintura.